Esta figura simboliza la síntesis final de la Gran Obra. Los cuatro símbolos de los evangelistas representan las coordenadas del espacio, los elementos fundamentales (agua, fuego, tierra y aire), las bisagras del tiempo (los equinoccios de primavera y otoño, y los solsticios de verano e invierno).
La guirnalda representa la eternidad del creador, pero también los ciclos cósmicos y terrestres. La joven es símbolo de la vida que se renueva, la energía formadora y recreadora: es el alma corpórea del Universo, la vestal del fuego que arde en todos los seres; en otras palabras, es el Mercurio de los alquimistas, es decir, la energía vital que en esta fase se ha regenerado.
EL VÓRTICE, LA DANZA, LA LUZ
Todos estos símbolos se reflejan desde el nivel cósmico al nivel interior de los seres humanos, pero su comprensión efectiva está reservada a pocos adeptos. Sólo quien apaga todas sus pasiones y se separa totalmente de la realidad puede ver su propio espíritu que se une en la danza cósmica.
No existe un ritual claramente definible que lleve a descubrir este misterio, uno de los más sublimes. Por mucho que se esfuerce, también el adepto mejor iniciado tiene sus limitaciones. En efecto, a partir de un cierto nivel, la Alquimia de la psique ya no es suficiente, la meditación es estéril, e incluso la oración pierde valor. Una vez alcanzado el estado de conciencia representado por la carta de El Juicio (número XX), sólo se puede detener y esperar. ¿Qué? También esto es imposible de explicar; es un misterio que místicos e iluminados han descrito de modo muy vago y, según dicen ellos mismos, siempre imperfecto. Es una especie de rapto estático que lleva la mente a una dimensión luminosa de la que deriva un sentido de extrema felicidad.
FIN DEL RECORRIDO
Algunos maestros cuentan que la experiencia del vórtice, cuando se alcanza, da paso a una paz sublime, una beatitud de los sentidos en la que el Yo queda totalmente anulado. En verdad, alguno ha llegado más allá y ha experimentado el vacío total; pero es un aspecto discutido de la realización espiritual. En cualquier caso, en este punto la Gran Obra está terminada: el mundo interior del discípulo ha quedado intregrado en la armonía universal.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Otros nombres: Ciclo cósmico, Anima mundi.
Sustancias místicas asociadas: Mercurio regenerado.
Fase operativa: Vigesimoprimera.
Carácter del ritual: Llamada, rapto místico.
Efecto de la operación: Iluminación interior.
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