Esta figura, que aparece al final del recorrido alquimista, es una constante de todas las etapas en cuanto al aspecto ritual de la oración. Pero desde el punto de vista evolutivo, El Juicio final alude al despertar espiritual alcanzado por el adepto a través de las pruebas.
El ángel que toca la trompeta es la voz del espíritu que, a través de sus intermediarios angelicales, llama a la vida verdadera, que no es la terrenal: en realidad, todas las experiencias que se viven en el curso de la existencia son sólo pruebas, útiles para preparar al adepto para el último «rito de pasaje», el que conduce a la vida eterna.
Pero todavía no hemos llegado a ese momento; aquí, los tres personajes en oración son tres partes del ser: cuerpo (el viejo), alma (la mujer) y espíritu (el joven). Los alquimistas llaman a esta fase «Mercurio despertado».
LA PLEGARIA CONSTANTE
Sin embargo, el auténtico despertar, es decir la comprensión de la verdadera realidad, nace de la plena aplicación de la inteligencia racional y de la sensibilidad hacia el mundo espiritual. Esta conciencia, que si bien es elevada y sublime, puede ser canalizada hacia una evolución posterior; pero para que ello suceda es necesario acoger plenamente la religión del espíritu. No nos referimos aquí a los ritos religiosos comunes, que en sí mismos pueden ser estériles. La verdadera religión es algo que sucede en el templo interior de cada individuo; es una plegaria constante dirigida al Ser Supremo, un canto a la belleza de todo lo creado, un himno a la armonía universal, una alabanza a todas las cosas, incluyendo el dolor y la muerte, que son consideradas también como pruebas de iniciación.
LA SOLUCIÓN DE LAS CONTRADICCIONES
Adherirse a la religión del espíritu significa, por tanto, practicar de una manera constante y cotidiana las virtudes cardinales y teologales (fortaleza, prudencia, justicia, templanza, fe, esperanza, caridad). Gracias a esta aplicación nace una personalidad integral, es decir, un individuo altamente espiritualizado que ha resuelto todas las oposiciones y contradicciones de la existencia; en resumen, un ser del todo preparado para establecer contacto directo con la Unidad Divina.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Otros nombres: Voz del espíritu.
Sustancias místicas asociadas: Mercurio despertado.
Fase operativa: Vigésima.
Carácter del ritual: Plegaria devota.
Efecto de la operación: Espiritualización.
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