Siéntate con la espalda recta, las piernas y los brazos sin cruzar, y las manos sobre los muslos. Coloca La Torre sobre la mesa, a la altura de tus ojos, enciende una vela de tono hierro o acero, el color del arcano, y quema en un incensario sobre unos carbones un poco de pimienta, el perfume que vibra con él.
Concentra toda tu atención en el arcano. Poco a poco, las formas y los colores adquirirán mayor definición, hasta que la carta comience a agrandarse y ocupe todo tu campo visual. Contempla la corona que aparece en primer término y que cae desde lo alto de la torre. Mira con atención las joyas que la adornan, y observa detenidamente la enorme mole de roca que se levanta piedra a piedra, como si intentara alcanzar el cielo. Hay algo denso y pesado en esa torre.
Observa los cascotes que caen, mientras las llamas y el humo se adueñan de las almenas. De entre las ruinas, un hombre y una mujer caen al vacío lanzados por la sacudida de los rayos.
Céntrate en el ojo divino que, desde lo alto, lanza sus rayos purificadores sobre la mole de piedra. Mira el destello de su pupila y siente cómo se apodera de tu voluntad, obligándote a cerrar los ojos, mientras percibes el peculiar cosquilleo en la frente que te indica que estás entrando en un estado alterado de conciencia.
Da un paso al frente y penetra en el arcano. Proyéctate en el interior de la torre, unos instantes antes de que el rayo la golpeara. Sus sólidas paredes están formadas por todas las ideas preconcebidas y los viejos conceptos que has ido acumulando a lo largo de tu vida. Siente cómo creces en su interior, hasta que la torre te oprime y quedas encajonado en ella, sin poder moverte. Entonces pregunta: «¿Dónde está aquí el espíritu?»; al conjuro de tu pregunta el cielo se abre y aparece el Ojo de Horus, se inicia una gran tormenta y un rayo surgido del ojo golpea la torre, derrumbándola.
Entonces la tormenta cesa y el sol sale de nuevo y te ilumina, rompiendo así cuanto te oprimía, y liberándote al fin. Pero si lo que deseas con tu meditación es defenderte de una persona que crees que quiere hacerte daño, visualiza cómo los dos personajes, el hombre y la mujer, reparan rápidamente la torre y encierran dentro de ella a la persona en cuestión, para que los gruesos muros de su prisión te protejan de su influencia.
Una vez terminada la meditación, deténte un instante a agradecer al arcano la ayuda recibida, y da un paso atrás para salir de la imagen.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Función del arcano: Derrumbe de los conceptos arcaicos de nuestra psique que nos limitan. Defensa.
Representa: El presentimiento de una vida superior. Los relámpagos de percepción espiritual.
Despierta: El sentido de gracia o culpa, de belleza o fealdad.
Desarrolla: El valor, la decisión, la fortaleza y la vitalidad.
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