Si alguien tuviera dudas sobre los riesgos que se corren en el camino de la realización de la Gran Obra, esta figura es una útil advertencia. Nadie puede tener la seguridad de triunfar en lo que ha emprendido: el viaje en busca del plomo, es decir, uno mismo, y su transformación en oro, o sea, la armonización de los opuestos.
Justo en el momento en el que el individuo se siente más seguro, tras haber conseguido dominar las pasiones, puede aparecer el peligro de la exaltación del ego, un mecanismo que corre el riesgo de hacer que se desvanezcan todos los resultados obtenidos hasta ese momento.
LA EXPLOSIÓN DE LOS FUEGOS
Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que demasiada ambición prepara fatalmente una catástrofe en la conciencia del adepto, de nombre también Atanor, es decir, la torre en la cual fermentan los siete metales, que también se pueden llamar los siete fuegos del Tártaro que deben sublimarse. En esta especie de caldero, el Fuego del Cielo Inferior, si se alimenta excesivamente, provocará una explosión, con la consiguiente dispersión de las energías y la disgregación de la conciencia.
En ese caso, lo que se quería unir y armonizar queda trágicamente disperso, como aparece simbolizado por los dos personajes que caen de lo alto de La Torre.
ADVERTENCIAS ÚTILES
La rotura del Atanor no es un suceso extraño, tanto en las personas comunes como en las que han emprendido el camino de la Gran Obra alquimista. Estas últimas, sin embargo, a diferencia de las primeras, son conscientes de los peligros antes de que se manifiesten, y pueden volverse a levantar más fácilmente después de la peor caída porque, teóricamente, saben reconocer sus propios errores. Sin ninguna duda, hay caídas que obligan a volver a empezar el proceso desde su fase inicial, una vez que se ha recuperado la estabilidad. Pero es una cuestión indudable que la práctica del Arte comporta también tentativas desafortunadas, como cualquier aventura existencial. Si es verdad que la experiencia hace a los adeptos «maestros de vida», entonces será necesario atesorar también las experiencias ajenas, y recordar los errores del prójimo para no cometerlos a nuestra vez.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Otros nombres: Sal Volátil.
Sustancias místicas asociadas: Sal Volátil.
Fase operativa: Decimosexta.
Carácter del ritual: Separación del cuerpo.
Efecto de la operación: Apertura del inconsciente.
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