Esta carta representa la llamada Alma intelectual, alquimísticamente denominada Antimonio, que se identifica con el cuerpo astral de los neoplatónicos.. Se trata de una entidad distinta, pero no separada, del cuerpo, al que está unida por una «cuerda de plata». Así, el Antimonio sintetiza los principios sobre los que se fundamenta la personalidad: identidad, voluntad y efectividad.
LA GUÍA DEL CARRO DEL ALMA
Sobre la base de estos tres principios se mueve todo individuo, cuyas elecciones aparentemente, más racionales son dictadas también por motivos puramente instintivos o inconscientes.
Lo que distingue la actitud del alquimista es el hecho que él está perennemente activo con relación al Antimonio, y lo conduce exactamente como haría con un carro.
En sustancia, el alquimista controla el Alma intelectual tratando de mantenerse en el sendero indicado por la flecha del Mercurio de los Sabios, de la que se trata en la descripción de la carta de El Enamorado. El camino tomado, que se refleja tanto en las acciones cotidianas como en los procesos oníricos nocturnos, debe seguirse escrupulosamente, sin desviaciones, ni tomando atajos; estos errores se pagarían con una dramática pérdida de orientación, correspondiente a la depresión o a la disociación psíquica.
LA ARMONÍA DE LOS OPUESTOS
El principal trabajo consiste, por tanto, en la mediación de las fuerzas divergentes de la personalidad, que son, en primer lugar, razón o imaginación, y luego, dominio de la libido (no su rechazo), control de las pasiones (no su negación), conciencia de las reacciones instintivas,
Todas estas fuerzas son otras tantas expresiones del duro trabajo del alquimista en relación con la «depuración del Antimonio», cuyos colores se transforman en contacto con las pasiones que pasan a dominarlo de vez en cuando. Algunas veces, los movimientos del Antimonio, expresados simbólicamente por dos caballos, se concilian en armonía, espontáneamente, entre ellos, y transportan sin problemas al Operador a través de dimensiones de conocimiento cada vez más altas, a lo largo de los caminos que indica el Cayado sujeto en las manos del papa. Pero otras veces los simbólicos caballos, imposibles de controlar, se desbocan, y es preciso que sean domados, a fin de evitar los riesgos arriba citados.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Otros nombres: Vehículo del Antimonio.
Sustancias místicas asociadas: Antimonio.
Fase operativa: Séptima.
Carácter del ritual: Control de las pasiones.
Efecto de la operación: Evolución psíquica, éxito material.
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