Origen y transformaciones
El taoísmo es, con el confucianismo y el budismo, la tradición filosófica más importante en la historia de China. Se remonta a Laozi (Laot-sé), el «Viejo Sabio, a quien se le atribuye haber escrito el libro Daodefing, la obra clásica sobre el tao y su camino.
En el curso de los últimos 2.000 años, el taoísmo ha experimentado diversas transformaciones como consecuencia de las influencias que ha recibido, sobre todo del budismo y del confucianismo. Pese a que sus concepciones son muy diferentes, las tres religiones (budismo, confucianismo y taoísmo) pudieron fundirse en una tradición en la vida espiritual china.

Por ello suelen agruparse bajo el concepto de “universalismo chino». Fuera de China, las tres doctrinas ejercen también en otras culturas una gran influencia en la religión y el mundo espiritual de las gentes. Como consecuencia de la variedad de expresiones que adopta y de la falta de una demarcación clara con respecto a las otras religiones, resulta casi imposible ofrecer datos sobre la dimensión de la comunidad de creyentes taoísta; incluso los que hacen referencia a la República Popular China son en su mayor parte difusos. Actualmente, sin embargo, el núcleo principal del taoísmo se encuentra en Taiwán.
Los logros de la dinastía Zhou
El momento concreto en que surgió la doctrina taoísta se pierde en lo más remoto de la historia. Como periodo central originario se puede considerar la época de la dinastía Zhou (1040-256 a.C.), en cuyo transcurso fueron evolucionando nociones cosmológicas sobre el cielo y la Tierra, los «cinco elementos, las enseñanzas relacionadas con qi (energía), el yin y el yang y el I Chin.
En concreto el tao es el «camino o el «principio cósmico» según el cual hay que vivir. Pero tao es también un objetivo que los seres humanos persiguen.
Laozi y el Daodejing
En la actualidad, se tiende a poner en duda que el gran pensador y filósofo Laozi haya existido realmente. Su propio nombre es más un título que un verdadero nombre: “Viejo Sabio». Lo que sí parece ser cierto es que Sima Qian (145-90 a.C.) escribió la biografía de Laozi, una obra plagada de leyendas que es objeto de controversias entre los investigadores.

Según esta biografía, Laozi vivió en China en el siglo vi a.C.: una época de disturbios y guerras, aunque asimismo un periodo de gran esplendor para la filosofía china. Una de las cuestiones principales que ocupaba a los sabios y eruditos de entonces, en concreto cómo lograr la paz y la justicia en el mundo, no ha perdido ni un ápice de su vigencia en la historia de la humanidad.
SABER MÁS
El Daodejing
El Daodejing contiene enseñanzas dirigidas a los gobernantes para conseguir la paz. En su forma actual, el Daodejing se divide en dos libros con un total de 81 capítulos. La primera parte aborda la cuestión del tao, la segunda la del de (el camino).
La obra, sin embargo, no presenta ninguna cosmovisión lógicamente construida; se trata más bien de una colección informal de aforismos místicos y enigmáticos que estimulan a una interpretación personal. Por ello, a lo largo de los años han ido surgiendo cientos de comentarios que interpretan el texto, además de innumerables traducciones.
«El tao que puede ser expresado no es el tao eterno. El nombre que puede ser definido no es el nombre eterno. Lo que no tiene nombre es el principio del cielo y de la Tierra. Lo nombrado es la Madre de las diez mil cosas». Con las «diez mil cosas» se hace referencia al mundo en su conjunto, y el tao permanece conceptualmente inexplicable.