SINTOÍSMO – Prácticas sintoístas.

El santuario de Ise, diosa del Sol.

La convivencia de budismo y sintoísmo

Si bien originariamente el sintoísmo quiso demarcarse del budismo, hoy reina una armónica convivencia entre ambas religiones. Mientras que los budistas ven a los kami como manifestaciones de Buda, para los creyentes sintoístas Buda es uno de los kami.

A menudo se pueden ver templos budistas junto a santuarios sintoístas, y es frecuente que monjes budistas participen en las grandes festividades sintoístas. Muchos seguidores del sintoísmo son al mismo tiempo budistas. Generalmente, las ceremonias nupciales se realizan siguiendo la práctica sintoísta; las honras fúnebres, en cambio, siguiendo el ritual budista, ya que la muerte se ve corno algo malo en el sintoísmo.

 La religión sintoísta no ofrece una explicación clara de por qué ocurre esto, ya que no posee ninguna elaborada ética propia; más bien, el sintoísmo fue asimilando a lo largo del tiempo el código moral de los confucianos y, de ese modo, otorgó valor sobre todo a la pureza interior y la sinceridad (nakoto), a la armonía y la sintonía con la naturaleza.

Prácticas sintoístas

En el sintoísmo no hay servicios religiosos regulares. Gran parte de la vida religiosa es una cuestión estrictamente personal. No obstante, se celebran fiestas y procesiones frecuentes en las que la comunidad de creyentes se reúne. Además de las grandes festividades estacionales, hay innumerables pequeñas celebraciones en honor de algún kaini o en recuerdo de alguna efeméride, por ejemplo la fundación del santuario correspondiente. Los innumerables kaíni no sólo se veneran en los santuarios sino también en casa.

Festival Tori no Ichi

Para ello, se prenden pebetes o se ofrecen al kami bolitas de arroz u otros alimentos delante del pequeño santuario doméstico. Al mismo tiempo, también el culto a los antepasados desempeña un papel relevante, dado que gozan de la mayor autoridad en su calidad de miembros familiares no visibles que siguen viviendo.

Sintoísmo en el ámbito social y cultural

El sintoísmo, allí donde se practica, está estrechamente ligado a la vida social y cultural de los japoneses. Aunque en las grandes ciudades se deja notar de modo creciente la influencia de Occidente, en las zonas rurales esta religión sigue gozando de una vitalidad sin apenas fisuras.

Allí está presente a menudo acompañando con ceremonias tradicionales proyectos constructivos, inauguraciones de fábricas o botaduras de barcos. El sintoísmo no siempre tuvo santuarios. Originariamente, los creyentes practicaban los rituales en lugares de gran belleza que se consideraban sagrados.

Amaterasu, la diosa del Sol.

 Con el tiempo, se empezaron a erigir pequeñas construcciones para proteger a los participantes y el altar de las inclemencias del tiempo. Así surgieron santuarios con salas de oración y ofrendas, detrás de las cuales se localiza el sanctasanctórum, que no es accesible. Allí se custodia el símbolo del kami (un espejo, una espada, un cáliz o algo similar).

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El santuario sagrado de Ise

 El lugar de culto más importante del sintoísmo es el santuario de Ise, al este de Kobe y Osaka, que está consagrado a Amaterasu, la poderosa diosa del Sol. Fue fundado en el siglo IV y se compone, aproximadamente, de 200 construcciones. Éstas, siguiendo una tradición religiosa, se levantan de nuevo cada 20 años. Las actuales edificaciones del santuario son del año 1993, y todas siguen el estilo clásico japonés. Los visitantes no pueden acceder al interior de los recintos, y la mayoría de ellos están rodeados por una valla de madera. Anualmente, peregrinan hasta el santuario de Ise varios millones de japoneses. Una peregrinación de tales características se considera provechosa también para la nación, lo que viene a explicar la visita de numerosos políticos.

Los torii

Los accesos sagrados a los santuarios, los toril, están casi siempre lacados en rojo (lo que protege a la madera de los rigores del tiempo), a diferencia de lo que ocurría en el Japón pre-budista. En representaciones pictóricas antiguas del más allá se pueden encontrar los torii marcando los diferentes ámbitos del mundo budista de los muertos. Ello revela que los torii —actualmente importantes emblemas del sintoísmo— tienen en realidad un origen budista.

Los kami y la significación de la pureza ritual

Un rasgo general que ha caracterizado al sintoísmo en sus fases documentadas históricamente son las acentuadas ideas de pureza ritual. Los creyentes pueden atraer hacia sí el enojo de los kami, sobre todo si infringen los preceptos de la pureza.

En el sintoísmo, la contradicción entre lo «puro» y lo »impuro» es más importante que entre “el bien» y «el mal». También los delitos graves pueden verse en el sintoísmo como actos de impureza. Para combatirla se realizan ceremonias rituales.

Los torii del santuario Fushimi Inari de Kyoto

La muerte se considera una de las fuentes principales de impureza. La deidad venerada, por tanto, no ha de ser confrontada con ningún tipo de signo relacionado con la muerte, y mucho menos con la sangre o las enfermedades. Según los estudiosos, el rechazo del sintoísmo de la muerte y de todas las manifestaciones que la acompañan, como por ejemplo el entierro, se justifica por su separación creciente a lo largo de la historia con respecto al budismo.

 Éste ha caracterizado hasta hoy las tradiciones funerales y las ideas reinantes sobre el más allá en Japón. El hecho de que el budismo se ocupe de la muerte y lo ultra-terreno y que los kami, en cambio, estén a cargo de la vida y de este mundo, obedece a una imagen que el sintoísmo se forjó de sí mismo en fecha temprana y que puede considerarse como una delimitación histórica tradicional entre ambas religiones.

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