A la hora de querer multiplicar nuestro dinero por medio de inversiones, hay que tener particular cuidado y, también, una buena dosis de suerte, ya los mercados siempre fluctúan y lo que hoy puede valer mucho, mañana puede desvalorizarse totalmente. Siempre es bueno tratar de asegurar, de todas las maneras posibles, el futuro de una inversión; evaluar posibilidades, estudiar ventajas, prever inconvenientes, riesgos, fiabilidad y responsabilidad de las personas implicadas.
Este ritual tiene como objetivo asegurar que una inversión dé los frutos deseados. Debemos considerar que sobre toda inversión tenemos, al menos, cierto control; podemos predecir hasta cierto punto sus resultados. Por todo ello, esta ceremonia no serviría siconsideráramos la lotería o un juego de azar como tal.
Objetos necesarios
- Un huevo fresco y crudo
Ritual
- Tomar el huevo con la mano derecha pensando en la inversión y en una imagen que nosotros podamos asociar a su mejor resultado.
- Acercarlo a la boca.
- Presionarlo contra los labios y soplar con fuerza.
- Enterrarlo en algún lugar donde crezca vegetación.
- Recitar una oración.
El huevo representa la inversión. Encerrada en la coraza que supone la impredictibilidad del futuro, no podemos hacer nada para saber qué saldrá de ella, pero sí proyectar nuestro deseo. Al sujetarlo con la mano derecha y soplar sobre él, la voluntad queda inscrita en su interior de forma que su cáscara pase, de ser incertidumbre, a ser protección. Al enterrado en un lugar donde crece vegetación lo convenimos en algo susceptible de dar frutos.
Oración
Tras enterrar el huevo debemos pronunciar esta oración para que nuestro deseo se vuelva realidad:
En el interior espera una criatura,
Algo vivo que traerá la alegría.
Protegedlo, espíritus de la naturaleza,
Del mal que pueda acercarse,
Para que su nacimiento sea
Motivo de fiestas y alegrías.