¿Existe la posibilidad de no sufrir? ¿La felicidad es la consecuencia de dejar de sufrir? ¿La felicidad surge al cubrir todas nuestras necesidades? ¿Por qué pienso que algo me hará muy feliz y cuando lo tengo me doy cuenta de que sigo sin sentirme lleno? ¿Se puede ser DESADAPTATIVO y sentirse bien? ¿Buscar la felicidad podría hacernos menos felices?
En los últimos años, la felicidad se ha convertido en un producto de mercado más, solo hay que encender la televisión para ver cuántas veces se utiliza la palabra felicidad en los anuncios o la gran cantidad de libros de autoayuda que se han escrito y cómo algunos con métodos para aumentarla se han convertido en superventas.
Este deseo primario, junto con su homólogo, la reducción del sufrimiento ha supuesto en muchos casos la banalización de la felicidad, con el desarrollo de una psicología poco rigurosa o new age que promete la felicidad en pocas semanas, o que simplifica el mensaje de forma reduccionista, casi dando a entender que si no somos felices es porque somos tontos, no queremos o con la idea tóxica de que es un deber.
TEORÍAS CIENTÍFICAS
Dos de los movimientos más interesantes surgidos a finales del siglo pasado en el ámbito científico de la felicidad son el de las ciencias contemplativas (incluyendo bajo esta etiqueta mindfulness y compasión) y el de la psicología positiva. Aun así, apenas se han desarrollado puentes entre ambos movimientos. Por un lado, Martin Seligman, siendo presidente de la asociación más importante de psicología del mundo, la Asociación Americana de Psicología (APA), hizo un discurso de presidencia provocador y rupturista llamando a la recuperación, no solo de aquello que falla, sino también del estudio de los aspectos positivos. Fundó así lo que se ha llamado la psicología positiva, uno de los movimientos científicos más interesantes de entre los surgidos a finales del siglo pasado.
Por otro lado, las ciencias contemplativas, otro movimiento surgido hace poco tiene como objeto el estudio multidisciplinar (psicología, filosofía, estudios religiosos, neurociencia, etc…) de la capacidad de autorregulación metacognitiva de la mente y de los modos de awareness (darse cuenta) existencial asociados, que ya vienen modulados por factores contextuales y motivacionales. El fundamento de este movimiento es la investigación de los efectos que tienen las prácticas contemplativas, entendidas como aquellas actividades estructuradas que entrenan habilidades, poniendo alguna restricción o imponiendo alguna disciplina sobre un hábito mental o físico normalmente no regulado, sobre el bienestar humano (atención, emociones, metacognición, etc.).

Procesos psicologicos.
Así pues, entendemos por psicología positiva contemplativa el área de la psicología positiva que incluye un abanico de técnicas y conceptualizaciones desarrolladas por las ciencias contemplativas para el fomento del bienestar, a partir de estrategias basadas en la evidencia.
La premisa de la que partimos es la de que ser feliz o tener bienestar sería la meta más importante para la que trabajamos y actuamos los seres humanos y, por lo tanto, entender las causas de la felicidad es un conocimiento clave, que puede ser de gran ayuda, tanto a nivel individual como colectivo. Como se puede ver, el modelo de partida es muy ambicioso. Centramos el objetivo último en una transformación del ego a partir del cultivo de acciones virtuosas, mediante el entrenamiento de cuatro habilidades o constituyentes de acuerdo con el trabajo del neurocientífico Richard Davidson: mindfulness, alargar la emoción positiva, acortar la negativa y altruismo, o bondad.
MINDFULNESS
¿Qué sucede en la mente cuando no tenemos nada interesante que hacer? ¿Alguna vez salimos de casa sin recordar si hemos cerrado la llave del gas, y cuando volvemos a comprobarlo sí que estaba cerrada? O ¿cogemos el coche y cuando nos queremos dar cuenta hemos llegado al sitio, sin haber sido conscientes de lo que ha pasado?… Esto sucede porque muchos de los procesos psicológicos que nos gobiernan suceden bajo una especie de piloto automático mental. De acuerdo con Jon Kabat-Zinn, mindfulness trata de «prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación». Esta definición tiene dos ejes, el primero se refiere a la consciencia o awarenes sobre la propia experiencia que es percibida en el presente, y el segundo, a la actitud que la debe acompañar, de curiosidad y aceptación, es decir, con mente de principiante.
EMOCIONES POSITIVAS
Entonces surgen varias preguntas: ¿para qué sirven las emociones positivas y cuánto duran? ¿Podemos hacer algo para que duren más? ¿Podemos dejar de hacer algo para no boicotearlas? ¿Qué habilidades podemos aumentar en relación con nuestras fortalezas personales?
La evidencia científica indica que experimentar emociones positivas es una fortaleza humana fundamental, así como lograr alargar su presencia resulta clave para el bienestar. Entendemos que una mente guiada por emociones positivas es más probable que se comprometa con acciones virtuosas (como la generosidad o la conducta prosocial), generando una retroalimentación al sistema, a través de más emociones positivas, para que su adecuada gestión nos acerque a una versión de nosotros mismos en el futuro, teniendo un bienestar equilibrado y sostenible.

Estado de ánimo.
Asimismo, es necesario acortar las emociones negativas. La vida está llena de momentos difíciles, conflictos y temores, en los que las emociones determinan y guían la experiencia vivida. Comprender la funcionalidad de las emociones negativas, su desarrollo y regulación es algo fundamental, que se puede lograr activando una serie de preguntas clave… ¿Cuánto debe durar una emoción negativa? ¿Es funcional estar triste cuatro días, rumiando constantemente, porque un grupo de personas no ha querido quedar conmigo? Se entiende por regulación emocional, cualquier intento implícito o explícito de modificar el curso de una emoción.
CONDUCTA PROSOCIAL
Amabilidad, cordialidad, ternura, bondad, compasión… Toda esta mezcla de conceptos se suele agrupar en la psicología dentro del constructo de la conducta prosocial, un término paraguas que engloba una rica y compleja serie de conductas, emociones y actitudes positivas dirigidas hacia los otros. Como señala Richard Davidson, estas conductas emocionales y actitudinales son aspectos clave y predictores de bienestar psicológico. Estas conductas son fundamentales para crear y sostener una felicidad duradera, que pasa por una transformación paulatina del ego, pasando de un egocentrado a un ego desprendido o hipoego. Desde este espacio se ha diseñado un programa llamado EBC (Entrenamiento en bienestar basado en prácticas contemplativas).
La premisa de la que partimos en el programa EBC es que, a través del entrenamiento mental que supone la práctica de la meditación, se pueden entrenar las competencias y habilidades necesarias que facilitan alcanzar una mente equilibrada y virtuosa con el objetivo de transformar nuestra perspectiva del self, al pasar del egocentrismo a un ego desprendido guiado por virtudes. A su vez, esto incrementará la probabilidad de aumentar nuestros niveles de bienestar psicológico.
Desde el punto de vista del modelo en el que se sustenta EBC, el deseo de la felicidad, sin habilidades para gestionar el día a día, se puede convertir en una trampa. También, si situamos siempre la felicidad como lo que nos rescatará de nuestro sufrimiento o aquello que está fuera de nosotros, y que tenemos que alcanzar con mucho esfuerzo, en lugar de situarla en algo sobre lo que ir trabajando día a día.

Preocupación.
Si tenemos muchas ganas de tocar el violín y lo hacemos sonar, lo más probable es que suene muy mal, porque se requieren una serie de habilidades para que suene de forma armoniosa. Para continuar con la metáfora, imaginemos que tuviéramos la creencia de que podemos tocar el violín sin trabajar, simplemente bebiendo un refresco azucara do, y cuando vamos a clase de violín, nos decepcionamos al darnos cuenta de que al principio suena mal y distorsionado. No en vano, la felicidad humana es susceptible de aumentar mediante el entrena miento mental/conductual adecuado sus tentado en acciones virtuosas. Es por ello, que Ausiás Cebolla y Davidad Alvear se apoyan en decenas de investigaciones relativas al campo de las ciencias contemplativas y de psicología positiva.
A TENER EN CUENTA
HABILIDADES DEL BIENESTAR
- Detección y mantenimiento las emociones positivas.
- Regulación y recuperación de emociones difíciles.
- Gestión de atención (mindfulness).
- Aumento de generosidad, empatía, altruismo y conductas prosociales.