
Oceanía comprende tres regiones bien diferenciadas —Melanesia, Micronesia y Polinesia— que albergan una extraordinaria variedad de lenguas y culturas. Antes del cóntacto con los europeos, existían diversas clases de sociedad, desde las pequeñas comunidades de Papúa, con tan sólo 300 personas agrupadas en clanes patriarcales sin jefatura institucionalizada ni clases sociales, hasta las grandes y complejas sociedades de Nueva Zelanda y Hawai, con complicadas jerarquías políticas y religiosas y dinastías divinas de jefes. En Melanesia no hay una jerarquía clara entre los dioses, a diferencia de lo que ocurre en Polinesia, donde puede hablarse de algo semejante a un panteón. Cometeríamos una inexactitud si definiéramos como «dioses» a los héroes culturales que, según la leyenda, viajaron por el extremo meridional de Nueva Guinea, llevando las costumbres de la mortalidad, el sexo, el duelo y la guerra a los humanos.

En las sociedades de las costas de Melanesia encontramos mitos cosmogónicos secretos, que sólo conocen los iniciados, como los de la región de Massim, en Nueva Guinea. Los mitos del interior de Nueva Guinea sirven fundamentalmente como ejemplos de dilemas morales y cosmológicos, expresados en términos alegóricos y sobrenaturales. En la mitología de toda la zona se repite una serie de mitos importantes: por ejemplo, la idea de que los actos de los héroes culturales ancestrales permanecen vivos y efectivos entre sus descendientes humanos. El contexto en el que se narran los mitos varía según las distintas regiones de Oceanía. Tradicionalmente, han encontrado su expresión más vívida y significativa en el ritual, a través del cual se conmemora la «obra de los dioses», sobre todo en la Polinesia, entre los hawaianos y los maoríes: los ritos de sacrificio a los dioses Lono y Ku del Hawai precolonial constituyen los mejores ejemplos. Los mitos de Micronesia suelen contarse por entretenimiento, fuera de un contexto ritual. Melanesia es una región mixta a este respecto: por lo general, los mitos tienen un objetivo más serio en la costa que en el interior.

MICRONESIA
Micronesia, con la población más reducida de las tres regiones de Oceanía, comprende los archipiélagos de Carolinas, Marshall y Marianas, así como Kiribati (las islas Gilbert y Fénix son las principales). Muchas sociedades micronesias tienen mitos que narran la llegada de extranjeros de allende los mares que vencen a los indígenas y se convierten en la elite dirigente, relatos que explican la actual división de la sociedad.
MILANESIA
Esta región comprende Papúa Nueva Guinea y las islas del suroeste del Pacífico, hasta las Fiji. Algunos mitos melanesios narran los orígenes de la humanidad, que nació de un animal, planta o accidente geográfico, pero la mayoría toman como punto de partida la suposición implícita de que la humanidad existe desde siempre y de que carece de origen: el orden actual fue establecido por héroes culturales ancestrales que recorrieron la región.
LAS LENGUAS
En Oceanía, unas 300 lenguas pertenecen a la familia del oceánico (austronesio oriental), y en Papúa Nueva Guinea se hablan más de 700 sin relación alguna con éstas, es decir, casi una cuarta parte de las lenguas conocidas. Las hablan desde cientos de miles de personas, como el fidjiano (260.000), el samoano (200.000) y maorí (100.000) hasta unos centenares, como muchas lenguas papúes y hawaianas, antiguamente habladas por unas 100.000 personas.
POLINESIA
Polinesia es la región más extensa de Oceanía, y su zona más importante son los archipiélagos de Hawai y Nueva Zelanda. Posee una gran riqueza de mitos cosmológicos —mucho más que Micronesia y Melanesia— los más conocidos de los cuales sean quizá los relatos mayores sobre el Cielo (Rangi), masculino, y la Tierra (Papa), femenina. Al igual que en las sociedades micronesias, los mitos sobre la llegada por mar de unos extranjeros revisten gran importancia.
