Significado
La Paz te rodea con una suave neblina de tranquilidad y quietud.
A medida que te entregas suavemente a esa paz, oyes su petición para que te conviertas en una pacificadora.
Lo que te pide es que te comprometas a una vida de paz como medio para traer la paz al mundo. ¿Es el conflicto una gran negación; algo que va desde una palabra sucia que debe ser evitada a toda costa, hasta un sentimiento de pánico, de temor y ansiedad?
Es hora de reconocer el don que representa el conflicto: una mayor intimidad y, de paso, sanar tus relaciones con él.
¿Posees un cuerpo emocional que se dispara fácilmente, que es muy sensible, que deliberadamente encuentra su vía de expresión en ti a expensas de tu salud?
Es hora de domesticar tu cuerpo emocional y redirigir esa energía a lo que te beneficia y no a lo que te agota. ¿Quizá te manifiestas, rezas y abogas por la paz en el mundo, pero inviertes tiempo en acciones agresivas y hostiles internas y externas? Es tiempo de adecuar todo tu ser a la paz.
Sea cual sea la situación con la que te enfrentes en el presente, la respuesta es paz. Podemos traer la paz a nuestro mundo creando paz en nuestras propias vidas.
Podemos facilitar semejante cosa optando por maneras de pensar y comunicar que sean respetuosas y no violentas. Dedica algún tiempo a darte cuenta de tus pensamientos. ¿En qué gastas tu tiempo?
¿Estás dominada por la ira, la irritación, el trastorno, el dolor, o eres tolerante, desinteresada, comprensible y cariñosa? No tienes que llegar a la santidad para sentirte en paz.
Lo que sí necesitas es optar por resolver tus conflictos y tener en cuenta tu cuerpo emocional de forma que puedas fomentar la paz.
La paz no es la ausencia de conflicto, sino el compromiso de usar el conflicto para generar una mayor conciencia de uno mismo y un conocimiento más profundo de las demás personas.
El fomento de un mundo pacífico está en marcha: está sucediendo ahora mismo; aquí mismo, durante nuestra vida. Uno por uno, a medida que todos hagamos de la paz una prioridad optando por manifestar paz dentro de nosotros y en todas nuestras relaciones, encendemos una brillante vela en los planos interiores.
La luz de nuestros esfuerzos combinados iluminará nuestro mundo en un cálido y amoroso abrazo de paz.
Meditación
Encuentra un tiempo y un lugar en el que no te molesten y siéntate cierra los ojos.
Inspira lenta y profundamente y, al exhalar, mira o siente tu tensión como una estrecha armadura que cubre tu cuerpo.
Inspira otra vez lenta y profundamente hacia la armadura y, a medida que exhalas, mira o siente que esta comienza a adelgazarse y a disolverse poco a poco.
Haz una última respiración dentro de la armadura y, al soltar el aire, mira o siente cómo desaparece por completo. Ahora estás totalmente relajada.
Deja que tu respiración se normalice. Mira o siente tu cuerpo físico.
Toma aire profundamente y pronuncia un Om, relajando el cuerpo físico.
Siente o percibe tu cuerpo emocional. Inspira profundamente y pronuncia un Om, trayendo paz a tu cuerpo emocional.
Siente o percibe tu cuerpo mental.
Toma aire profundamente y pronuncia un Om, aquietando y trayendo claridad a tu cuerpo mental.
Fija la atención en tu chakra del corazón, situado en medio del pecho cerca del corazón.
Inspira y espira hacia este chakra tres veces.
Ahora siente o percibe el amor. Inhala y exhala amor tres veces hacia tu chakra del corazón.
Mientras sigues respirando amor sobre este chakra, siente o percibe tu alma. Ahora, a la vez que dejas que la energía del amor actúe corno ayuda, intenta conectarte con tu alma a través del amor.
Una vez sientas que lo has logrado, deja que tu personalidad/ego se disuelva o se funda en la unidad con tu alma. Respira sobre esa unidad y, al mismo tiempo, deja que tu conciencia cambie: desde la perspectiva del ego o la personalidad a la del alma.
Desde esta perspectiva de unidad con tu alma, hazte esta pregunta: — ¿Qué necesito hacer para tener una vida pacífica?
Mantén tu mente receptiva a la escucha de impresiones, consejos, respuestas, imágenes, o lo que te llegue, sabiendo que será absolutamente lo que necesitas para llenar tu vida de paz.
Cuando te sientas completa, céntrate en inhalar y exhalar amor y gozo desde tu chakra del corazón.
Ahora céntrate en respirar hacia tu chakra del corazón, con deleite.
Respira profundamente y, al exhalar, abre los ojos.
¡Bienvenida a tu ser!