POR. ISABELA HERRANZ
La vieja tesis según la cual el cambio social solo puede producirse de forma palpable a partir del cambio individual data de la tradición védica en Oriente y al menos desde Platón en Occidente. Pero ¿qué pasaría si los individuos se unieran para meditar en pro de una causa común que fuera beneficiosa para cierta comunidad? Algo así ya se llevó a cabo a finales de los años setenta del siglo XX, cuando la organización del gurú Maharishi Mahesh Yogi aunaba a un millón de practicantes en el mundo de su método de meditación trascendental (©MT) y su número alcanzaba al 1 % de la población en algunas ciudades.
En ese entonces se realizaron los primeros controles estadísticos para intentar demostrar hasta qué punto era posible modificar positivamente las conductas y eventos negativos de una población mediante la aplicación de este método de meditación por un número de meditadores igual a aproximadamente la raíz cuadrada del 1% de dicha población.
Los controles efectuados entonces pusieron de relieve la importancia social de un fenómeno cuya poderosa influencia se propaga a través del cuerpo social de una comunidad cuando una fracción pequeña de aquella practica la ©MT. A este fenómeno se le ha denominado «efecto Maharishi» y ha incidido en que la ©MT se aplicara experimentalmente a resolver problemas de violencia y desorganización social.
En aquellos años, el doctor David Orme-Johnson comprobó que el nivel de criminalidad había descendido apreciablemente en 240 ciudades de EE UU en las que existía un 1 % de meditadores, mientras que, por el contrario, aumentó en otras de la misma región con idéntico índice de criminalidad inicial, pero sin ese porcentaje de meditadores.
DESCENSO DE LA CRIMINALIDAD
La investigación de Orme-Johnson demostró que, al menos, en una de las ciudades estudiadas (Fort Collins, en Colorado) se apreció un descenso en el índice de criminalidad de un 3,2 % mayor que el experimentado por otra ciudad con menos meditadores (Ames, Towa), donde solo bajó un 2,5 %. Alentados por estos resultados, los organizadores de la ©MT promovieron el denominado Proyecto de Paz Mundial, que se llevó a cabo con grupos de 250 meditadores en diversos países en estado de guerra como Nicaragua, Irán, Israel, Tailandia, Rhodesia, Zimbabue y Zambia. Los resultados obtenidos estadísticamente fueron igualmente satisfactorios, ya que señalaban un descenso notable de las hostilidades, así como una bajada considerable en la criminalidad, enfermedades, accidentes, etcétera.

Posteriormente, en 1993, el físico John Hagelin, actual líder del movimiento ©MT en EE UU, llevó a cabo nuevos controles estadísticos en Washington D. C. con la participación de 4.000 meditadores de 82 países. Se reunieron durante seis semanas para meditar durante seis horas al día. Hagelin accedió a los datos obtenidos por el Departamento Metropolitano de Policía del Distrito de Columbia en 1993 y en los cinco años anteriores (1988-1992), y los comparó con las tasas de criminalidad de la zona antes, durante y tras el periodo de meditación grupal. Luego anunció que el número de muertes había aumentado, pero en cambio había disminuido el de asesinatos brutales.
Algunos científicos, como el físico Robert L. Park, han descalificado su estudio tildándolo de «clínica de distorsión de datos», pero ¿quién puede demostrar que experimentos de este tipo —sobre todo si se efectúan a gran escala—no producen un efecto real en las poblaciones?
También contamos con un estudio de 2003 liderado por David W. Orme-Johnson y titulado Prevención del terrorismo y los conflictos internacionales: efectos de grandes asambleas de participantes en los programas de Meditación Trascendental y TM-Sidhi. Esta investigación puso de manifiesto que durante los períodos de tres asambleas con unos 7.000 meditadores expertos en el programa Sidhi de Meditación Trascendental (la raíz cuadrada del 1 % de la población mundial en el momento de estos estudios), hubo una disminución significativa en conflictos internacionales en todo el mundo.
Desconocemos si ahora, cuando redactamos este reportaje, se está llevando a cabo algún experimento científico similar por otras vías diferentes para demostrar la eficacia de la meditación en grupo con el fin de obtener algún beneficio para la sociedad.
El último del que tenemos noticia procede del experto en medicina psicosomática e investigador del cerebro Nitamo F. Montecucco, quien por sugerencia de Bhagwan Shree. Rajneesh (Osho), puso en marcha hace unos años la Academia de Ciencia, Arte y Conciencia, y estableció una comunidad llamada Villaggio Globale (Aldea Global) en Bagni Di Lucca, en la Toscana italiana.
Su propósito era crear un lugar para la conciencia planetaria donde pudiera trabajar con un grupo de meditadores empleando los métodos de «meditación dinámica de Osho» bajo el paraguas del Proyecto RED de Gaia, un programa global de autoconciencia y educación sanitaria global financiado por el Ministerio de Trabajo y Políticas Sociales de Italia para proyectos y actividades de interés general en el tercer sector (entidades sin ánimo de lucro para fines sociales, educativos, sanitarios, humanitarios, medioambientales, de protección animal, etc.).
EXPERIMENTO CIENTÍFICO
En un experimento denominado «coherencia cerebral», Montecucco demostró que en un estado de meditación profunda los hemisferios derecho e izquierdo de distintos individuos se sincronizan. En una de las pruebas, once de las doce personas que meditaban consiguieron una sincronización del 98 % de las ondas de su electroencefalograma (EEG) sin absolutamente ningún contacto sensorial entre ellas, lo que muestra la aparente existencia de una habilidad transpersonal y universal para sincronizar la actividad eléctrica del cerebro de una persona con el cerebro de otras.
Este trabajo nos remite de nuevo al «efecto Maharishi», apoyado a su vez por los investigadores italianos P. Tressoldi y L. Pederzoli quienes, al referirse a dicho efecto, señalaron recientemente que «el estado meditativo profundo alcanzado simultáneamente por los meditadores crea un campo de coherencia psicofísica en toda la población, reduciendo el número de eventos negativos como agresiones, violencia, accidentes de tráfico, etc.
El apoyo empírico para esta teoría se encuentra en más de 50 estudios (el último data de 2017), a pesar de la resistencia en algunos ámbitos académicos a aceptar estos efectos como reales».

Además de destacar la importancia de los citados experimentos, también deseamos hacernos eco en este reportaje de la cantidad de movimientos de meditación que gracias a Internet se han ido formando.
Ahora nos centramos en la necesidad cada vez más imperiosa de que la vida en el planeta mejore y, sobre todo, no se destruya. Existen grupos de meditadores que no tienen la fuerza de organizaciones como las de los gurús Maharishi y Osho, pero no por ello debe pasarse por alto su labor.
Todo suma, todos sumamos… Lo importante es la unión de las mentes, el fin común, de modo que hemos contactado con algunas de dichas organizaciones, porque es positivo divulgar su mensaje. Además, si partimos de la idea defendida por científicos como John Hagelin y sus antecesores en relación con la teoría del campo unificado (ver recuadro), las mentes que meditan juntas avanzan juntas.
MEDITACIONES PLANETARIAS
En definitiva, si millones de personas practican en la actualidad técnicas de meditación y consiguen mejorar su salud mental y física, ese bienestar repercutirá inevitablemente en efectos positivos en la sociedad. Luis Martín Santos Laffon, formador de facilitadores de Osho International, así como editor y traductor de Meditación.
La primera y última libertad, una guía a las meditaciones Osho, nos dice en relación con lo anterior: «La energía que se genera meditando en grupo potencia los beneficios de la meditación en todos los participantes y en su entorno. Hay muchos estudios que demuestran el efecto benéfico de la meditación.
La gente se vuelve menos violenta, más cuidadosa de su entorno, más equilibrada emocionalmente y desarrollan una nueva forma de inteligencia más intuitiva. Al tratarse de un sistema no dogmático, la gente se vuelve en general más tolerante y empática con sus semejantes.
La profesora de ©MT Sara Álvarez-Jiménez también comparte la idea de que la meditación en grupo genera grandes beneficios, aunque su testimonio se apoya en las investigaciones que la organización de Maharashi lleva décadas realizando: «Al meditar, el estrés individual se reduce debido al descanso profundo que nos aporta la meditación. Además de ayudar a sentirnos bien, aporta un efecto positivo en el entorno, ya que se basa en un efecto de campo que se puede denominar “campo de la conciencia”, en el que la conciencia, en su nivel más profundo, es un campo que subyace y conecta a los individuos en la sociedad».

También hemos contactado con el grupo Proyecto Construir Un Mundo Mejor, surgido del compromiso consciente y activo de diferentes entidades e individuos, sin distinción de Ia raza, cultura, sexo o religión, en la construcción de la paz que el I mundo necesita.
Marcela Salazar, directora de dicha iniciativa, nos informa: «Iniciamos las actividades del proyecto el año pasado, donde incluimos la Meditación por la Paz Mundial, y continuamos realizando actividades de meditación en colaboración con otras organizaciones por el mundo, como las que realizamos este año en los meses de mayo y junio. La nuestra es una iniciativa global, sin afiliación política o religiosa, a la que puede adherirse cualquier persona o grupo que desee contribuir a una cultura de la paz y conciencia que suscriba los principios recogidos en la “Declaración por la Paz Mundial».
El evento central del año para esta organización es la Meditación por la Paz Mundial, mediante la que pretenden construir un mundo mejor. Salazar nos informa de que el proyecto reúne a 48 organizaciones de todo el mundo centradas en el crecimiento personal, la paz, la espiritualidad y las actividades que contribuyan a beneficiar al planeta y a la humanidad en este marco de acción: «Tenemos colaboradores muy activos en diferentes países y estamos construyendo redes de apoyo y meditación.

Las meditaciones que realizamos provienen de la síntesis de varias corrientes de la meditación, mediante las cuales se busca seguir una serie de prácticas que lleven a la relajación, el aquietamiento de la mente y la introspección. Asimismo, promovemos la meditación individual como práctica diaria que nos ayuda a equilibrarnos y estar en paz con nosotros mismos y en grupo.
Hemos comprobado los beneficios de la meditación a través de muchos años de prácticas meditativas en las que las personas nos sentimos física y emocionalmente mucho mejor después de tales eventos. Tenemos infinidad de testimonios personales y nos apoyamos en los numerosos estudios acerca de los efectos de la meditación grupal y a distancia en varios países».
OBJETIVO: CAMBIAR EL MUNDO
Al igual que sucede con otras organizaciones, los eventos convocados por Un Mundo Mejor tienen lugar de forma presencial y se transmiten a través de Internet, pero a causa de la pandemia de coronavirus únicamente se realizan online. En nuestra página web se pueden consultar estas convocatorias», concluye Marcela Salazar.
Nos asomamos ahora a Brahma Kumaris, un movimiento espiritual mundial dedicado a la transformación personal fundado en 1937 y con sede en Mount Abu (India). Esta organización es la mayor del mundo dirigida por mujeres, y cada tercer domingo de mes, a las 18:15 horas española, efectúan una meditación mundial por la paz en más de 110 países. Con esta meditación pretenden compartir la fuerza colectiva de pensamientos de paz y amor.
Tampoco podemos pasar por alto a los individuos que desde distintas redes sociales o canales de YouTube convocan a sus seguidores para meditaciones conjuntas. Es el caso de la terapeuta holística Silvana Liza, que divulga por YouTube meditaciones adaptadas para despertar la energía que todos los seres humanos generamos. Con su iniciativa busca sostener el equilibrio y la estabilidad del planeta. Por su parte, Luis Martín Santos Laffon, de Osho International, nos dice lo siguiente: «Con la situación planteada por la pandemia, nuestra organización, como tantas otras, ha dado el salto online comenzando a ofrecer actividades con una oferta que indiscutiblemente irá en aumento.
El pasado día 5 de mayo ofrecimos el primer intensivo de carácter mundial en el que participaron 1.200 personas de 65 países. En España, a través de mi plataforma, llevamos ofreciendo actividades semanales prácticamente desde comienzo del encierro». Asimismo, Joe Dispenza, fundador del Proyecto Coherencia Meditación, organiza meditaciones globales para elevar la frecuencia del campo electromagnético del planeta. Desde su portal de Facebook invita a cualquier persona a unirse al citado proyecto.

Su intención es obtener un hito científico mediante la acumulación de una comunidad mundial de personas con la intención de cambiar el mundo. Los meditadores que siguen a Dispenza no han dejado de crecer en los últimos años. Decenas de miles de personas participan en este proyecto. «Tenemos la esperanza de mejorar esos números una vez más. ¡Por favor, únete a nosotros!», solicita desde su portal.
Sara Álvarez-Jiménez también hace un ofrecimiento: «Invitamos a todo el que desee a que conecte con su interior y con el silencio a través de la técnica de ©MT o de la meditación o contemplación que cada uno practique habitualmente.
Se trata de que se una dos veces al día en los horarios coordinados de inicio en su zona horaria para crear coherencia interna y externa por todo el mundo».
Para terminar este reportaje, nada mejor que las palabras de Osho sobre la importancia de la meditación en grupo, que pone de relieve el valor que esta práctica tiene para quienes la practican: I «Un meditador no necesita un guía personal. Solo precisa una cosa: la atmósfera de la meditación. Necesita a otros meditadores; necesita rodearse de otros meditadores.
Porque todo aquello que sucede en nuestro interior no sucede solo dentro de nosotros, sino que afecta a quienes están cerca. En esta comunión la gente está en diferentes niveles de meditación. Medita con ellos, siéntate en silencio y serás atraído cada vez más hacia tu propio ser».
SABER MÁS
EL CAMPO DE CONCIENCIA UNIFICADO
Para explicar el fenómeno del «efecto Maharishi», tan importante a efectos de influencia real en la paz planetaria, en 1976 el doctor Lawrence H. Domash estableció junto con David Orme-Johnson un paralelismo entre la ©MT y la mecánica cuántica.
Así, en un ensayo conjunto titulado La técnica de la Meditación Trascendental y la Física Cuántica, planteaban que la conciencia pura no sería más que un estado cuántico macroscópico en el cerebro.
La experiencia de conciencia pura experimentada con la ©MT sería, en realidad, la experiencia subjetiva de lo que en Física moderna se denomina el «campo unificado», un campo universal en el que las cuatro fuerzas básicas de la naturaleza (gravitacional, electromagnética, nuclear débil y nuclear fuerte), además de los campos básicos de partículas que constituyen el mundo físico, existen en un estado coherente e inmaterial, pero absolutamente real. De ser válida, esta teoría confirmaría a su vez la tesis avanzada por Carl Gustav Jung: si tan solo unos pocos individuos pudieran restaurar el equilibrio y el orden en la totalidad de su vida mental, todo el inconsciente colectivo se vería positivamente afectado.
Si nos fijamos, por ejemplo, en numerosos ejemplos extraídos de la Física y de la Biología, observamos que cuando una pequeña fracción de los elementos de un sistema (átomos o células) alcanza un estado coherente y ordenado, influye en el comportamiento de todo el sistema.
De ahí se explica que a pesar de que solo medite un 1% de la población mundial, ese porcentaje será suficiente para neutralizar las tendencias negativas y proporcionará una dirección positiva a la vida comunitaria en su totalidad.