Siéntate con la espalda recta y los brazos y las piernas libres para no interferir en el flujo de energía, y con las manos apoyadas sobre los muslos. Coloca frente a ti el arcano de El Emperador. Enciende una vela de color rojo, el color que le corresponde al arcano, y un brasero o incensario en el que quemarás unos pétalos de clavel o, en su defecto, unas gotas de esencia de clavel, el perfume de El Emperador.
Antes de proceder a meditar con esta carta, el iniciado debe pensar que El Emperador es un arcano de gran poder. Por tanto, deberá ser muy cuidadoso al usarlo, pues su principal función es ejercer ese poder sobre otras personas, y forzar la voluntad de otros puede acarrear karma negativo.
Una vez relajado y concentrado, observa a El Emperador, hasta que empiece a invadir todo tu campo visual.
Mira los símbolos de poder, el orbe abrazado por la cruz y el cetro. Luego desplaza tu atención hacia el paisaje de fondo, el sólido torreón surgiendo majestuoso de detrás de la muralla, el jardín que rodea el trono del emperador rematado por dos cabezas de carnero. Por último, observa al propio emperador, solemne y sereno, sustentando la corona y emanando una fuerte aura de poder y autoridad. Deja que su mirada penetre en tu interior, y siente el familiar cosquilleo en el entrecejo; ahora, cierra los ojos e imagina que das un paso hacia adelante y que te identificas con El Emperador.
Ahora tú eres él y el poder y la autoridad emanan de ti, ordenando el mundo a tu alrededor. Trata de identificarte con la sensación de seguridad y potestad y déjala fluir a través de ti. Invoca la presencia de cualquier persona, pues todos son tus súbditos, y pregúntale u ordénale alguna cosa: por ejemplo, invoca a tu superior y ordénale que, a partir de ahora, tenga más en cuenta tus méritos y te respete. Luego, despide a esa persona, agradeciéndole su presencia. No olvides nunca que debes utilizar con mesura y sentido de la ética este tipo de meditación.
Al acabar la meditación, deja de identificarte con El Emperador; da un paso atrás y sal del arcano lentamente para regresar a tu estado habitual de conciencia.
SIMBOLOGÍA BÁSICA
Función del arcano: Ordenar, preguntar.
Representa: La razón, la autoridad, el sentido de la vista.
Despierta: El orden, la estabilidad, el dominio.
Desarrolla: El poder, la lógica, la facultad de razonar, la iniciativa.
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