Papel impreso. 6o x 61 cm. British Library, Londres
Las guerras conllevan innovaciones tecnológicas, desde nuevas armas hasta pequeñas adaptaciones como los mapas luminosos que las tripulaciones alemanas usaban en los bombardeos nocturnos de la Segunda Guerra Mundial (19391945).
Al principio los pilotos de ambos bandos llevaban mapas topográficos de pequeña escala con información útil como la posición de campos de aterrizaje y baterías antiaéreas.
Las mejoras en la defensa aérea hicieron más peligrosas las incursiones diurnas y las aviaciones de los dos bandos recurrieron a bombardeos nocturnos, que se hicieron más difíciles debido a los apagones en las áreas objetivo y por problemas en la lectura de las cartas de navegación con la iluminación roja o ámbar que se usaba en los aviones para no interferir con la visión nocturna.
Para superarlo, la Luftwaffe adoptó un nuevo esquema cromático para los mapas; los marrones, verdes y amarillos sobre fondo negro y azul resaltaban los ferrocarriles y ríos que permitían pilotar. Los objetivos (Ziele) son de un amarillo luminoso con contornos rojos.
El borde del mapa orienta al centro de Liverpool. La fuerza aérea estadounidense también utilizó mapas luminosos; la británica eligió cartas que mostraban el relieve en distintos tonos de morado que se podían ver con la luz ámbar de sus aeronaves.