9- La Corte de los Este

Según algunos historiadores, la corte de Ferrara debería ser considerada como la verdadera cuna del Tarot. En esa espléndida ciudad vieron  la luz algunas de las cartas miniadas más bellas del Renacimiento, y de allí proceden los documentos más antiguos relativos al juego de los triunfos. Pero especialmente, es en Ferrara donde se usa por primera vez la palabra tarot.

Detalle de la figura de El Emperador en la baraja de tarot más antigua de Ferrara: la llamada de Carlos VI.
Ampliar

El juego del Tarot, que todavía se practica en las provincias de Bolonia y Ferrara, tiene un origen muy antiguo. Aunque los estudiosos aún se debaten entre las ciudades de Milán. Ferrara y Bolonia como el lugar exacto en el que se empezó a practicar, no hay duda alguna de que las maravillosas barajas realizadas por encargo de los Visconti representan las pruebas más firmes a favor del origen milanés del Tarot. Sin embargo, la corte de la familia de los Este, que radicaba en Ferrara, puede presumir de barajas igualmente antiguas, además de disponer de documentos que demuestran de manera incuestionable que en dicha ciudad se fabricaban naipes desde los primeros años del siglo XV. El primer documento que se conoce relativo a una baraja de naipes creada para la corte de Ferrara es un registro de pagos, en el que está anotado que en el año 1422 se pagaron 6 liras a un pintor, de nombre Giacomo, por la realización de “trece naipes”. En 1424, Parisina Malatesti encargó “dos barajas de cartas” por 4 sueldos cada una. Esta dama fue la infortunada esposa del marqués Nicolás III de Este que en 1425 pereció decapitada, bajo la acusación de adulterio, junto a su hijastro Hugo.

Retrato de Leonello de Este obra de Antonio di Pasamello (h. 1395-1455). La familia procedía del valle del Po y fue Alberto Azzo quien, en el siglo XI tomó para sí sus descendientes el nombre del castillo de Este.
Ampliar

PRIMEROS TRIUNFOS FERRARESES.

La primera mención del juego del Tarot (en realidad de los triunfos, como se llamaban estas cartas en el siglo XV) se remonta a la época en la que la ciudad de Ferrara estaba gobernada por el marqués Leonello de Este (1407-1450), hijo de Nicolás III y heredero de un pequeño, aunque prestigioso señorío que comenzó su trayectoria política en 1240, fecha en que Azzo VII y su familia se instalaron definitivamente en la ciudad con ayuda de Bolonia y Venecia. Se sabe que Leonello y su hermano Borso eran muy aficionados a los juegos, así como también a las artes, hasta el punto de que contrataron a numerosos pintores y miniaturistas, que pasaron a residir en la propia corte de los Este. Algunos de dichos miniaturistas no sólo se dedicaban a la realización de libros ilustrados, sino que también hacían naipes y cartas para el juego de los triunfos, que eran el pasatiempo favorito de los cortesanos que habitaban en el castillo de Ferrara.

SOLAAGUILAR-336x280px

Los pagos de las barajas se hacían constar regularmente en los libros de contabilidad. En el Registro di Guardaroba de 1442 aparece un abono “por la pintura de espadas, copas, oros y bastos y de todas las figuras de cuatro barajas de cartas de triunfos”. En ese mismo año, el tesorero de la corte anotó en el Registro dei Mandati que el artista Jacomo Guerzo había pintado “una baraja de cartas de triunfos para los caballeros”. En 1446 aparece la mención del pago de una factura a Pietro Andrea di Bonsignore “por haber pintado dos barajas de naipes grandes”.

Es en el citado registro de 1442 donde aparece por primera vez la palabra clave, triunfos, que, a partir de esa fecha, se encontrará también en diversos documentos posteriores. Si tenemos en cuenta que los contables de la corte eran en verdad meticulosos, existe una base para suponer que el juego de los triunfos empezó a difundirse en Ferrara en ese mismo año o en los años inmediatamente precedentes, a menos que se hayan perdido registros anteriores. A pesar de todo, por el momento resulta imposible resolver el problema del lugar de origen de los triunfos, pues en 1442 el juego también se estaba generalizando en Milán.

Detalle del fresco de Francesco del Cosa que representa a Borso de Este recompensando a su bufón Scocola en presencia de sus refinados cortesanos ferrarenses. Borso era un hombre culto y amante de las artes que hizo de Ferrara una de las ciudades más bellas de la Italia renacentista.
Ampliar

EL TALLER DE LOS TAROTS.

Bajo el dominio de Borso de Este (1413-1471), que comenzó en 1450, la corte y la ciudad de Ferrara vivieron el momento de su máximo esplendor, Fue Borso, príncipe culto y refinado, quien hizo construir la bellísima Cartuja, y quién encargó la maravillosa serie de frescos astrológicos para el palacio Schifanoia, en los que se relata la vida de la aristocracia y el influjo de los signos del zodiaco y de los astros sobre las diversas tareas cotidianas de las gentes. Los súbditos de las ciudades vecinas pudieron admirar los majestuosos desfiles triunfales que el mismo Borso mandaba organizar en su propio honor; como el que tuvo lugar en 1453, cuando se trasladó a Reggio Emilia para ser coronado duque por el emperador de Alemania. Aquella comitiva impresionó a todos los gobernantes de Italia; un carro inmenso rebosaba de ángeles con instrumentos musicales; otro, arrastrado por un unicornio ficticio, transportaba una imagen de la caridad que portaba una antorcha encendida; otro carro, en fin, mostraba a la fe venciendo sobre la idolatría.

También la producción de cartas miniadas conoció en Ferrara un notable desarrollo durante el gobierno de Borso, como se deduce de los registros de las compras. Pero, a diferencia de Milán, donde las indicaciones sobre los fabricantes eran bastante vagas, en Ferrara se anotaban no sólo los pagos a los pintores que realizaban las cartas de triunfos, sino también sus nombres y, en algunos casos, incluso la técnica que empleaban. Así es como podemos saber que, en 1452, Gerardo da Vicenza pintó “dos barajas de cartas grandes de triunfos, que son 70 cartas para un juego, a las cuales se les ha puesto oro, se han hecho con todo detalle y son todas de finos colores”. Una anotación parecida se efectuó en 1454 en el Giornaletto dell´ufficio; en este caso los pagos van destinados a Giovanni di Lazzaro Cagnolo y Gerardo da Vicenza por haber pintado cuatro y dos barajas de triunfos respectivamente. En el mismo ano se concedió autorización a los pintores Giovanni di Lazaro, Alessandro di Bartolomeo Quartesana y Domenico Messere para que se dedicaran al arte de pintar cartas de juego. También el pintor Giacomo Sagramore se dedicó a realizar barajas corrientes y cartas de triunfos en el castillo de Ferrara. Incluso uno de los pajes de Borso de Este, Petrecino de Florencia, llegó a pintar naipes de triunfos aun sin ser pintor de profesión.

Beatriz de Este, que aquí aparece en un retrato atribuido a Leonardo da Vinci. Esta dama selló con su matrimonio con Ludovico el Moro (1462-1508) la alianza entre dos de las familias más poderosas de Italia: Los Este los Sforza, duques de Milán.
Ampliar

A pesar de que en algunos casos, las anotaciones de los contables de Este pueden resultar verdaderamente farragosas a causa de la abundancia de detalles que recogen, su precisión resulta utilísima desde el punto de vista histórico, ya que refleja el estilo de vida de los cortesanos y sus costumbres, además de proporcionar un nivel de información sobre los fabricantes de triunfos miniados que no es posible obtener en los documentos de ninguna otra corte italiana.

Pero ¿cómo eran los Tarots de los Este? Lamentablemente, desde el punto de vista de los formatos la documentación es escasa, en contra de lo que cabría esperar de la minuciosidad empleada en las anotaciones sobre los pagos y los fabricantes. Por motivos que nadie ha conseguido aclarar no se conserva resto alguno de las barajas realizadas en la época de Lionello y Borso de Este, y sólo quedan algunos ejemplos muy fragmentarios de las producidas en los años siguientes.

Plano de la ciudad de Ferrara en el Renacimiento. Situado en el noreste de Italia, hoy es la capital de la provincia de Emilia- Romaña y un gran Centro comercial e industrial que cuenta con unos 140.000 habitantes.
Ampliar

LA BARAJA FERRARESA MÁS ANTIGUA

Existe un vacío de unos 30 años entre la primera vez que se citan los triunfos y la aparición de la baraja más antigua que podría identificarse como ferraresa (aún es válido el condicional); el famoso grupo de cartas miniadas, hoy propiedad de la Biblioteca Nacional de Paris, durante muchos años llamadas erróneamente Tarot de Carlos VI. Este grupo de cartas consta únicamente de diecisiete figuras, que son la sota de espadas y 16 triunfos: El Loco, El Emperador, El Papa, El Enamorado, La Templanza, La Justicia, El Carro, El Ermitaño. El Colgado, La Muerte, La Torre, La Luna, El sol, El Mundo y El Ángel (es decir, el actual El Juicio).

Los exquisitos ropajes de la época quedan captados en todo su esplendor en las imágenes de las parejas del grupo que compone la ilustración principal de la carta de El Enamorado del llamado tarot de Carlos VI.
Ampliar

Las cartas fueron regaladas al rey Luis XIV (1638-1715) por un noble francés, que no añadió al obsequio explicación alguna sobre su origen. En 1842, el historiador del arte Michel Constant Leber formuló la hipótesis de que esas cartas podían proceder de una baraja pintada por Jacquemin Gringonneur en 1392 para el rey Carlos VI de Francia, llamado “el Loco” (1368-1422), de donde se derivaron los diversos nombres con los que son conocidas esas cartas todavía en la actualidad. En efecto, en los libros de contabilidad del tesorero de Carlos VI aparece anotado el pago a Gringonneur de 56 sueldos parisinos por “tres juegos de cartas pintadas en oro y varios colores, con muchos dibujos”, pero no hay nada que relacione este registro con las cartas de la Biblioteca Nacional de París. Así, los estudiosos modernos, basándose en la vestimenta de los personajes representados en las cartas y en las semejanzas estilísticas e iconográficas con las otras barajas ferraresas han llegado a determinar con absoluta seguridad que las cartas fueron pintadas en Ferrara entre los años 1470 1475. Un elemento típico de los triunfos miniados de Ferrara es el fondo sobre el que se pintan las figuras de las cartas, que está constituido por un motivo de sarmientos floridos, realizado a punzón, un reborde con un adorno encintado de idéntica factura.

Los arcanos de la Muerte y el Loco en la baraja conocida con el nombre de tarot de Carlos VI, que se conserva en la biblioteca nacional de París. Las cartas miden 180 x 90 mm.
Ampliar

Otro elemento interesante de los triunfos llamados de Carlos VI son los minúsculos números romanos que, según parece, fueron incorporados después de la realización de la baraja, aunque aún en el Siglo XV. Curiosamente, esta numeración se parece a la de los Tarots populares boloñeses que se usaban en la misma época y, por este motivo, se ha formulado la hipótesis de que la baraja fue realizada por encargo de un noble de Bolonia. En cualquier caso, hoy el origen ferrarés de esas cartas ha dejado de ser motivo de discusión para los expertos en historia del Tarot, consolidando así la ciudad de Ferrara como uno de los primeros centros de difusión de dichos naipes.

←EL TAROT DE HOY

Anuncio publicitario