Significado
El Respeto llega ante ti cargado de reverencia y estima.
Ha llegado la hora de incluir el concepto de respeto como parte de tu forma de ser y de hacer en el mundo.
En el centro de tu mente se encuentra la actitud de tratarte a ti misma y tratar a todas las cosas que te rodean como sagradas.
Es la carencia de respeto por la sacralidad de toda creación, considerando, por el contrario, la vida como un paraíso materialista de consumo, lo que ha creado la Tierra Desértica.
Estás a cargo de la tarea de ayudar en la restauración de toda la vida, comenzando por lo Femenino. Pero en lugar de limitarse únicamente a honrar lo Femenino, ha llegado el momento de reverenciar toda vida como merecedora de respeto, porque toda vida es una danza expresiva de lo Divino que busca conocerse a Sí misma, y porque toda vida es sagrada.
¿Te enseñaron que la especie humana es la más importante y dominante del planeta, y que todas las demás especies son tontas, menos inteligentes y tienen menos derechos que los humanos? Es hora de revisar tus creencias.
¿Estás cansada de ver películas, televisión y libros repletos de violencia y que no muestran ningún respeto por la vida? Es hora de votar en contra de todo eso. ¿Te preocupa la carencia de espiritualidad y de valores que reafirmen la vida, ya sea en tu trabajo, en las escuelas, en la ciudad o en el campo? Es hora de que encarnes el cambio que deseas ver.
¿Quizá piensas que el sexo, y todo lo que tiene que ver con la intimidad física, es algo y externo y no el acto sagrado de comunión con lo Divino que realmente es? Es hora de repasar tus creencias heredadas o aprendidas. ¿
¡Es hora de que aprendas a respetarte, honrarte y reverenciarte! Solo podemos dar lo que tenemos, y si no sabemos honrarnos a nosotros mismos, entonces no podemos ofrecerlo a los demás y a nuestro mundo.
Ha llegado el momento de darle prioridad al respeto. Cuando aprendas a tratarte a ti misma con respeto, la totalidad de tu vida responderá y reflejará eso mismo sobre ti y se ¡convertirá en un lugar sagrado!
Meditación
Encuentra un tiempo y un lugar en el que no te molesten, y cierra los ojos.
Inspira lenta y profundamente y, al exhalar, mira o siente tu tensión como una estrecha armadura que cubre tu cuerpo.
Inspira otra vez lenta y profundamente hacia la armadura y, a medida que exhalas, mira o siente que esta comienza a adelgazarse y a disolverse poco a poco.
Haz una última respiración dentro de la armadura y, al soltar el aire, mira o siente cómo desaparece por completo. Ahora estás totalmente relajada.
Deja que tu respiración se normalice.
Fija tu atención sobre tu chakra del corazón, localizado en medio de tu pecho cerca del corazón.
Inspira profundamente hacia dentro del chakra y, a medida que sueltas el aire, percibe una sensación de paz. Inspira profundamente hacia dentro de este chakra y, al soltar el aire, percibe una sensación de tranquilidad. Respira otra vez profundamente hacia dentro de este chakra y, al soltar el, aire, percibe una sensación de amor. Respira centrándote en ese amor y permite que se expanda.
Respira centrándote en ese amor y siente que se expande hasta que te rodea por completo.
Ahora respira centrándote en ese amor y siente que te rodea muy estrechamente.
Permanece en ese estado hasta que te sientas dispuesta a continuar.
Mira o siente el amor que te envuelve y te abraza, como la presencia de la Madre Divina. Le dices a la Madre Divina que le agradeces su presencia junto a ti.
Te dice que te ama y que siempre está contigo.
Te pregunta lo que necesitas y le dices que necesitas su ayuda para aprender a respetar lo que hay en tu vida.
Te contesta que está encantada de poder ayudarte. Te indica que uno de los aspectos más importantes que es el de mantener con respeto todo lo que haya en tu corazón. —Toda vida es Mi creación —te informa ella—.
Tú no me respetas cuando vives inconscientemente o rehúsas ver la maravilla de todo en cada aspecto de tu vida. Tú no tienes la culpa, la culpa es de la cultura en la que vives. —Tienes que sentir y percibir el amor y el respeto que te tengo, mí amada criatura.
La Madre Divina coloca sus manos sobre tu corazón y sobre tu chakra coronario y te pide que respires profundamente.
A medida que lo haces te sientes inundada con su amor por ti y por su profundo sentido de reverencia por todo cuanto eres.
Sientes que su respeto por ti llena cada célula de tu cuerpo y estalla en amor y felicidad. Es un sentimiento tan profundo que te sientes amada y respetada ahora y para siempre.
Es como una danza que sana e integra al recorrer tu cuerpo, tu mente, tu espíritu y tu vida. Te transformas en un ser radiante y sagrado, capaz, a tu vez, de amar, respetar y honrar a todo.
Le das las gracias a la Madre Divina.
Ahora te pregunta si quieres plantearle alguna duda acerca del respeto, y tú le preguntas sobre cualquier inquietud que puedas tener.
Cuando ambas hayáis terminado, puedes quedarte algo más de tiempo con la Madre Divina o comenzar el regreso. Respira hacia tus dedos de los pies y mantén el aliento un momento.
Al exhalar, mueve tus dedos de los pies.
Ahora respira hacia tus dedos de la mano y mantén el aire un momento.
Al expulsar el aire, mueve los dedos.
Respira hacia todo tu cuerpo y, cuando exhales, si estás lista, abre los ojos.
¡Bienvenida a tu ser!