SIGNIFICADO GENERAL Y ADIVINATORIO

El número 10, el último del sistema decimal que está en la base de la matemática occidental, representa la clausura, la compleción de un ciclo, la consecución de una meta y de una situación de calma y paz. Todos los objetivos se han cumplido y, desde el punto de vista material, el individuo puede gozar de esa tranquilidad que sólo la riqueza (real o simbólica) puede conceder. Esta carta indica, por tanto, que la vida de un individuo se mueve dentro de una situación clara, definida, bien consolidada y segura: no es el momento de innovar, sino de gozar tranquilamente de los frutos del trabajo propio y de las propias acciones anteriores. El peligro, como indican muchas otras cartas relacionadas con el elemento tierra, es que la estabilidad se transforme en inmovilidad y estancamiento, y que la situación positiva que ha logrado construir desaparezca; por consiguiente, no dé nada por hecho: goce del éxito y la felicidad, pero procure también conservarlos.

APLICACIÓN PRÁCTICA

Sentimientos y amistades

Desde el punto de vista sentimental, esta carta indica que la situación se ha consolidado felizmente: existe una relación sólida y gratificadora, de la cual es posible vivir todos los matices, desde la pasión hasta la ternura. A veces, sin embargo, la excesiva tranquilidad lleva a dar las cosas por hechas, y se olvidan, especialmente en el ámbito de los sentimientos, aquellas atenciones que contribuyen a mantener viva una relación.

Trabajo y dinero

El sector económico y profesional es el que obtendrá mayores beneficios de la energía representada por el Reino de la tierra: la abundancia y la estabilidad expresadas por esta carta encuentran precisamente en este ámbito su plena y feliz expresión. Después de las diferentes fases de la vida profesional, representadas por otras cartas del elemento tierra, se alcanza una situación de seguridad: el puesto de trabajo está asegurado y es fuente de satisfacción, y los negocios son ventajosos en potencia. De este éxito es posible obtener la tranquilidad que permite dedicarse también a una interioridad, abandonada anteriormente a causa de una excesiva atención a los temas materiales.

Salud

Desde el punto de vista de la salud, queda poco que decir: el Reino de la tierra indica la total ausencia de preocupaciones relativas a las condiciones físicas y, eventualmente, la posibilidad de dedicarse con éxito a actividades físicas. El único riesgo para la salud deriva del hecho de superar los límites propios y exigir demasiado al cuerpo, quizás a causa de una excesiva dedicación a la vida sentimental o profesional.

Consejos generales

El Reino de la tierra indica un momento de nuestra vida en el que, casi milagrosamente, todo parece ir hacia el sentido correcto: amor, trabajo y salud se reúnen en un flujo general de buena suerte y seguridad. La otra cara de la moneda es el riesgo de que esta seguridad se transforme en una condición de estancamiento: no hay que olvidar, de hecho, que la esencia de la vida es dinámica y que las cosas, para poder prosperar, tienen que ser mantenidas en movimiento. Pongamos un ejemplo relativo al ámbito profesional: hemos alcanzado una posición envidiable, nuestras iniciativas han sido coronadas por el éxito y no nos faltan satisfacciones, ni siquiera económicas. Todo parece ir por buen camino, pero sería una ilusión pensar que este estado de gracia puede durar para siempre; por tanto, es necesario planificar nuevos proyectos, que habrá que realizar cuando los actuales hayan agotado su curso natural. No son necesarias innovaciones consistentes ni cambios radicales, pero sería necio arriesgarse a no estar preparados, en el futuro, frente a una situación totalmente opuesta a la actual.

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