
POR. EMILIA GARCÍA ESCALONA
Universidad Complutense de Madrid

Aunque las uniones homosexuales hayan existido siempre y en todas las civilizaciones, ha existido una persecución institucional de las uniones homosexuales, iniciada con los últimos emperadores romanos y mantenida hasta hace relativamente pocos años. Hay que destacar que las concepciones del matrimonio cristiana, judía y musulmana comparten el rechazo a la unión del mismo sexo y a la homosexualidad. En este contexto, el contemporáneo reconocimiento legal de la unión homosexual significa un cambio histórico muy importante.
Actualmente, donde los homosexuales gozan de mayor visibilidad, capacidad de reivindicación y reconocimiento social es en la sociedad occidental, aunque con grandes diferencias entre los diversos estados que la forman.

Pero el reconocimiento legal de la unión homosexual sólo se ha dado en algunos estados de este ámbito. Así, mediante una de sus resoluciones, el Parlamento Europeo recomendaba en 1994 a todos sus estados miembros acabar con las discriminaciones contra gays y lesbianas.
El matrimonio homosexual sólo se reconoce, con los mismos derechos que el heterosexual, en Holanda (2001), Bélgica (2003) y España (2004). También en cinco provincias y un territorio de Canadá el matrimonio homosexual está permitido, al igual que en el estado de Massachusetts, en Estados Unidos. Otros estados tienen legislaciones que permiten la unión homosexual, proporcionándole derechos y obligaciones similares a los de la unión heterosexual; éste es el caso de Dinamarca, Noruega, Suecia, Alemania, Suiza, Francia o Islandia en Europa, y también el de algunos estados norteamericanos y canadienses, así como el de la ciudad de Buenos Aires.