Significado
El Juego te sigue sigilosamente en tu camino y surge, envolviéndote en una ligera, divertida y efervescente energía. Es hora de renovar el contacto con tu niño interior y de prestar toda tu atención a saltar, brincar y retozar. La ligereza y el entusiasmo que se generan por abandonarte al juego, los necesitas ahora para llevar tu vida hacia nuevas cumbres de alegría y creatividad.
También es vital que salgas de las trincheras de tus creencias relacionadas con el paradigma cultural y comiences a ver la vida como el juego divino.
Tu situación actual demanda una perspectiva más amplia, que solo te la puede dar el contemplar la vida como un juego. ¿Te han enseñado que la vida es un mar de lágrimas y sufrimiento, y ahora te encuentras viviendo en una jaula estrecha de una vida que refleja precisamente eso?
¿Estás atascada en una idea del tipo «la vida es un asunto serio» y piensas que no es digna de ti, que es demasiado tonta o que no quieres jugar? ¿Eres una adicta al trabajo y no quieres ser molestada con juegos?
¿Sabes jugar? ¿Quizá recibiste alguna herida en tu habilidad de jugar y ahora se te hace difícil acceder a ello? El juego está aquí esperando para rejuvenecerte y energizarte.
Rápido, moviliza tu niño interior antes de que te fosilices para siempre. ¡Ha llegado la hora de juguetear!
Meditación
Encuentra un tiempo y un lugar en el que no te molesten y cierra los ojos.
Inspira lenta y profundamente y, al exhalar, mira o siente tu tensión como una estrecha armadura que cubre tu cuerpo.
Inspira otra vez lenta y profundamente hacia la armadura y, a medida que exhalas, mira o siente que esta comienza a adelgazarse y a disolverse poco a poco.
Haz una última respiración dentro de la armadura y, al soltar el aire, mira o siente cómo desaparece por completo. Ahora estás totalmente relajada.
Deja que tu respiración se normalice.
Mira o siente tu cuerpo físico. Toma aire profundamente y pronuncia un Om, relajando el cuerpo físico. Siente o percibe tu cuerpo emocional.
Inspira profundamente y pronuncia un Om, trayendo paz a tu cuerpo emocional.
Siente o percibe tu cuerpo mental. Inspira profundamente y pronuncia un Om, aquietando y trayendo claridad a tu cuerpo mental.
Fija la atención en tu chakra del corazón, situado en medio del pecho cerca del corazón.
Inspira y espira tres veces sobre este chakra. Ahora siente o percibe el amor.
Inhala y exhala amor tres veces sobre tu chakra del corazón.
Mientras sigues respirando amor sobre este chakra, siente o percibe tu alma.
Ahora, a la vez que dejas que la energía del amor te ayude, intenta conectarte con tu alma a través del amor. Una vez sientas que lo has logrado, deja que tu personalidad/ego se disuelva o se funda en la unidad con tu alma. Respira sobre esa unidad y, al mismo tiempo, deja que tu conciencia cambie: desde la perspectiva del ego o la personalidad a la del alma.
Puede parecer como elevarse a una tensión superior o como una superación.
Desde esta perspectiva de unidad con tu alma, formula esta pregunta: — ¿Qué necesito hacer para contemplar mi vida como un juego divino?
Tu alma te dice que ver tu vida como un Juego Divino es una actitud, un punto de vista. —Cuando te fusionas conmigo, esta es la única perspectiva.
Entonces tu alma te pide que te veas frente a una pantalla. Así lo haces.
Ahora te pide que elijas una escena de tu vida y la observes como si estuvieses sentada en un cine, pero sin emoción.
Cumples con lo solicitado y, frente a ti, se despliega una escena de tu vida.
Te limitas a percibirla como un observador, con la perspectiva de tu alma.
Contemplar tu vida desde esa perspectiva basada en tu alma te proporciona un sentimiento de espacio interior y una sensación de claridad y paz. —Cuando pasas tiempo conmigo, obtienes una posición estratégica diferente —te explica tu alma—.
La posición estratégica de la personalidad/ego es finita.
La del alma es infinita, porque el alma es eterna.
Considerar la vida desde una perspectiva finita de una sola vida agrega mayor presión y tensión sobre esa vida.
La perspectiva del alma es la del Juego Divino, porque existen infinitas posibilidades y vidas en las que aprender y ninguna de ellas debe tomarse seriamente.
Das las gracias a tu alma y acuerdas pasar más tiempo con ella.
Tu alma te envuelve en amor y, con ello, experimentas una sensación de felicidad y paz.
Por ahora, te sientes completa y fijas tu atención en respirar amor y gozo, desde y hacia tu chakra del corazón. Después, te centras en respirar con deleite, hacia y desde tu chakra del corazón.
Respira profundamente y, al exhalar, abre los ojos.
¡Bienvenida a tu ser!