El Crecimiento

18-El alma de la rosa.John William Waterhouse.metirta.online

Significado

Tu búsqueda te ha llevado al mundo multidimensional del crecimiento.

Es necesario que te vuelvas competente en el arte del auto-crecimiento, en todos los niveles de tu vida, antes de que estés preparada para lo que a continuación te espera en tu búsqueda.

Es vital que optes por unirte a la naturaleza con el fin de despertar lo que ha permanecido dormido y que ahora se necesita.

Lograr el crecimiento por ti misma no se refiere solo a darse un baño de vez en cuando, aunque esta sea una buena forma de empezar.

Se trata de un cambio en el modo en que piensas y en lo que crees. Una vida de crecimiento es una vida en la que optas por vivir como si cada momento y cada cosa que sucede en ella estuviese allí para traerte solo la experiencia más maravillosa, amorosa y de gran crecimiento.

Las mujeres tienen una afinidad especial con la naturaleza y con la tierra. Compartimos la capacidad de tener ciclos: la menstruación y las estaciones, damos a luz nueva vida y somos capaces de nutrir la vida desde nuestros cuerpos. Somos madres, al igual que la tierra es nuestra madre.

Por lo tanto, acudir a la naturaleza para procurar ese crecimiento es particularmente revitalizador. Te preocupas o te desesperas a la menor mención de tener que invertir tiempo en el cuidado de ti misma porque lo único que deseas es ¿trabajar, trabajar y trabajar?

Alguien ha manipulado tu cerebro; es hora de hacerte una reprogramación rigurosa. ¿No hay horas suficientes en el día, tras haber atendido a toda tu familia, a tu trabajo, a tu comunidad y a aquellos que todavía no has conocido, para que te atiendas a ti misma?

Es hora de hacer de ti una prioridad. ¿Es tu trabajo de una característica tal que tienes que atender a clientes, a directores, a jefes, cosa que te deja exhausta y desesperadamente desatendida?

Es hora de un cambio de escenario. ¿Quizá crees que no te toca todavía? Deja de poner obstáculos para tu crecimiento. Tú lo mereces, lo necesitas; así pues, ¡disponte a recibirlos!

Ninguno de nosotros, a pesar de lo dotados que estemos de abundante energía, puede soportar largos periodos de tiempo sin reponerse, sin recibir los cuidados, el sustento, lo necesario para el crecimiento.

Parte del acuerdo que firmamos cuando encarnamos en una forma física fue que cuidaríamos del vehículo. ¡Lee la letra pequeña! Y esto significa dedicar tiempo a la nutrición que produce el crecimiento.

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Meditación

Encuentra un momento y un lugar en el que no te molesten, y cierra los ojos.

Inspira lenta y profundamente y, al exhalar, mira o siente tu tensión como una estrecha armadura que cubre tu cuerpo.

Inspira otra vez lenta y profundamente hacia la armadura y, a medida que exhalas, mira o siente cómo esta comienza a adelgazarse y a disolverse poco a poco.

Haz una última respiración dentro de la armadura y, al soltar el aire, mira o siente cómo desaparece por completo. Ahora estás totalmente relajada.

Deja que tu respiración se normalice.

Percibe un gran jardín artístico. Respira profundamente y, al soltar el aire, te ves de pie en un sendero del jardín, frente a un letrero.

El letrero indica cómo llegar hasta un laberinto de rosas silvestres.

Caminas por el sendero hasta llegar al laberinto; antes de llegar a él, casi lo puedes oler.

A la entrada del laberinto encuentras una fuente o manantial de agua sagrada y otro letrero.

Este indica que se trata de un laberinto especial para aquellos que buscan el crecimiento.

Pide escuchar la voz de la Madre Tierra para que te guíe; después, rocíate agua sobre ti misma y entra.

Sigues las instrucciones y entras en el laberinto. Todas las rosas silvestres se hallan en plena floración, y el aroma es refrescante.

Pides a la Madre Tierra que te guíe y escuchas su Voz diciéndote qué camino tomar.

Te mueves lenta y conscientemente por el laberinto de rosas en flor.

La Madre Tierra te pregunta si estás dispuesta a abrirte a una conexión más profunda con ella y respondes afirmativamente.

Te advierte que, cuando llegues al centro del laberinto, experimentarás y conocerás lo que necesitas hacer para cuidarte y crecer.

Continúas caminando entre los rosales, a la vez que percibes que se profundiza tu conexión con la Madre Tierra, con la naturaleza.

Hace un bello día y todo lo que experimentas te conduce a un alto nivel de gozo. Todo es sencillamente perfecto. De repente, sin darte cuenta, te hallas en el centro del laberinto. Justo frente a ti se encuentra la experiencia que necesitas para cuidarte a ti misma y te entregas a ella.

Tu experiencia te llena con el mejor de los alimentos, que llevas a tus células y al tuétano de tus huesos. Al mismo tiempo, tu mente se abre para recibir la comprensión del crecimiento en un nivel mental.

Este conocimiento total te brinda una sensación de felicidad. Sabes qué hacer y sabes que lo puedes hacer. Caminas en silencio y serenamente a través del laberinto, a la vez que te sientes revitalizada y profundamente en paz.

Encuentras el sendero en el jardín y regresas a tu punto de entrada.

Respira hacia tus dedos de los pies y mantén el aliento un momento.

Al exhalar, mueve los dedos de los pies.

Ahora respira hacia tus dedos de las manos y mantén el aire un momento.

Al expulsar el aire, mueve los dedos.

Respira sobre todo tu cuerpo y, cuando exhales, si estás lista, abre los ojos.

¡Bienvenida a tu ser!

 

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