SIGNIFICADO GENERAL Y ADIVINATORIO

Como ya hemos visto, el valor del número 4 es el de la estabilidad y la solidez en su grado máximo. Sin embargo, en relación con el elemento agua, esta solidez suele ser excesiva, y puede causar inmovilidad y estancamiento. A diferencia del número 3, cuyo símbolo gráfico es el triángulo, el cuadrado que simboliza al número 4 es demasiado sólido para permitir un fluir positivo de la energía del agua. Por este motivo el Benévolo Soberano del agua indica un exceso en el gozar tanto de las cosas materiales como de las relaciones amorosas (el lujo, precisamente, puede transformarse en lujuria). Como en todas las situaciones de exceso, por tanto, el número 4 contiene en sí mismo el germen de la degeneración de esta energía, como veremos con mayor claridad al describir la carta siguiente.

APLICACIÓN PRÁCTICA

Sentimientos y amistades

Desde el punto de vista de las relaciones sentimentales, el Benévolo Soberano del agua indica que la abundancia de experiencias puede llevarnos a echar a perder una relación inicialmente estable y gratificadora. El excesivo deseo de conquista puede conducir a la traición o, al menos, a interrumpir toda forma de comunicación con la pareja, destruyendo así las bases de la relación.

Trabajo y dinero

Desde el punto de vista profesional, el exceso simbolizado por el número 4 indica una total falta de estímulos y atractivos: el aburrimiento reina soberanamente, y una fuerte indolencia nos lleva a no soportar ni consejos, ni críticas, ni reproches. La carta pretende hacernos una advertencia muy importante: si nos empeñamos en compadecernos de nosotros mismos, dejaremos pasar muy buenas oportunidades.

Salud

En el campo de la salud, el Benévolo Soberano del agua indica posibles problemas de depresión y estrés, que podrían ser aliviados mediante una profunda comprensión del hecho de que la situación actual es tan sólo uno de los innumerables momentos de nuestra existencia.

Consejos generales

Esta carta indica una situación de crisis, sobre todo interna, en la que el individuo no sabe qué dirección seguir: le faltan estímulos, nuevos proyectos y desafíos difíciles con los que ponerse a prueba.

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