Significado
El Amor aparece ante ti, derramando su delicioso y dulce néctar sobre ti y tu vida. Ha llegado la hora de llenarte del radiante poder sanador y nutritivo del amor.
El amor es lo que nos capacita para entonar nuestra canción, nuestro propio don especial, dirigiéndolo a todo el mundo.
Todo en la vida y en el universo vibra con la clave del amor. El amor no solo hace que todo sea posible, sino que, afortunadamente, lo conquista todo.
¿Te has venido sintiendo desprovista, vacía, escasa, seca, carente de una dieta sostenida de amor? ¿No encuentras nada a lo que amar y te las arreglas sin ello? ¿Has amado y has perdido demasiadas veces y ahora prefieres no amar en absoluto; tal vez, nunca más?
¿Quizá has tenido dificultad en conectarte con lo Divino o en sentir la presencia de lo Divino en tu vida? ¡Ha llegado el momento de operar un cambio profundo y transformador en tu vida!
El amor es un derecho de nacimiento, ya sea que tengas una pareja, un cónyuge, un amante, un consorte, un hijo, un animal de compañía o una planta o mineral especial por los que sientas simpatía.
La presencia del amor para ti y en tu vida no depende de nada ni de nadie, excepto de ti misma.
Está en tus manos optar por tener una vida llena a rebosar de amor o por no tenerla.
Todo lo que necesitas para hacer cambiar la manera en que el amor surge en tu vida es amarte a ti misma.
No puedes dar lo que no tienes. Lo primero que debes transformar es la relación con lo Divino.
Si falta el amor en tu vida, puedes conectarte con la Fuente, a fin de que el amor fluya hacia ti.
Por lo tanto, perdónate por todo lo que hayas creado a lo largo de tu vida y ¡deja que comience el amor!
Meditación
Encuentra un tiempo y un lugar en el que no te molesten, y cierra los ojos.
Inspira lenta y profundamente y, al exhalar, mira o siente tu tensión como una estrecha armadura que cubre tu cuerpo.
Inspira otra vez lenta y profundamente hacia la armadura y, a medida que exhalas, mira o siente que esta comienza a adelgazarse y a disolverse poco a poco.
Haz una última respiración dentro de la armadura y, al soltar el aire, mira o siente cómo desaparece por completo. Ahora estás totalmente relajada.
Deja que tu respiración se normalice.
Fija tu atención sobre tu chakra del corazón, localizado en medio de tu pecho cerca del corazón.
Inspira profundamente hacia dentro del chakra y, a medida que sueltas el aire, percibe una sensación de paz. Inspira profundamente hacia dentro de este chakra y, al soltar el aire, percibe una sensación de tranquilidad. Respira otra vez profundamente hacia dentro de este chakra y, al soltar el aire, percibe una sensación de amor. Respira centrándote en ese amor y permite que se expanda.
Respira centrándote en ese amor y siente que se expande hasta que te rodea por completo.
Ahora respira centrándote en ese amor y siente que te rodea muy estrechamente.
Permanece en ese estado hasta que te sientas dispuesta a continuar.
Seguidamente, mientras continúas respirando amor dentro y fuera de tu chakra del corazón, siente o percibe tu alma.
Ahora, mientras dejas que la energía del amor actúe como apoyo, intenta conectar con tu alma a través del amor. A través del amor te vuelves uno con tu alma.
Mantén esta conexión tanto tiempo como sea necesario. Llegado este punto, puedes decidir terminar tu meditación y permanecer algún tiempo repitiendo solo hasta aquí.
Cuando te sientas dispuesta, procede con la parte siguiente.
Tú y tu alma sois uno. Al tiempo que mantienes esa unión, céntrate en el amor. Siente una luz y un amor totales, completos y resplandecientes.
Para seguir adelante, deja que esa unidad perciba la presencia de lo Divino.
Mantén este punto de tensión.
Ahora, con el apoyo del amor y de la luz, deja que tu unidad se funda con lo Divino.
Persevera en ello tanto tiempo como consideres necesario.
Poco a poco, emerge de esa conexión con lo Divino.
Puede que sientas estar descendiendo de un elevado punto de tensión.
Fija la atención en ser una con tu alma o dentro de tu alma.
Percibe cuán saturada de amor estás. Ahora céntrate en tu chakra del corazón, respirando amor dentro y fuera de este.
Céntrate en inspirar y espirar sobre tu chakra del corazón.
Haz una respiración profunda hacia la totalidad de tu cuerpo y, al espirar, si has terminado, abre los ojos.
¡Bienvenida a tu ser!