El alma profeta
El profeta es quizás el signo más gentil del cúmulo de almas, con buenas intenciones hacia todo el mundo. Tiene mucha fe en la gente, lo que frecuentemente puede llevarle a la decepción y la infelicidad personal.
Desinteresada hasta el punto de perjudicarse a sí misma y pasiva por naturaleza, un alma profeta mostrará agresividad en contadas ocasiones, pero cuidado cuando lo haga.
La profeta es una de aquellas almas que necesitamos cuando nos sentimos enfermos o heridos, porque trabajará incansablemente por el bien de los demás.
Del grupo de energía del aire, el alma profeta se ve empujada a la acción sólo a través de la frustración y la opresión, y será capaz, mucho más que los otros dos signos de este grupo, de afrontar cualquier sentimiento de agresión o frustración de un modo más tranquilo y equilibrado, permitiéndose rara vez verse envuelto en situaciones molestas o conflicto: la mayor parte del tiempo permanece calmado y centrado.
LOS RASGOS DEL CARÁCTER DEL ALMA PROFETA
Posee una fe innata en Dios y un conocimiento íntimo y una conexión real con su yo espiritual. Le gusta tener una causa.
Es muy sensible, intuitiva, bondadosa y tierna; mucho más preocupada por los demás y por el mundo que por sí misma. Previsora, con un lado íntimo casi misterioso. Sabe interpretar los sentimientos de los demás. Es buena sanadora, médico o enfermera.
Tenderá a buscar un trabajo al servicio de los demás, aunque sólo sea como voluntaria o a tiempo parcial. Le encantan los animales y sería una buena veterinaria, granjera, guardián de zoológico o cuidadora de animales.
El alma profeta persigue la sabiduría pero no es necesariamente sabia; le gustan los libros que tienen un propósito o significado claro o que de algún modo resultan constructivos e instructivos.
Puede mostrarse bastante dogmática. Muy confiada y abierta a los demás, pese a que en ocasiones puede ser tan pasiva que permita que los demás abusen de su buen carácter. Sincera, honrada, a veces ligeramente fantasiosa, gran pensadora pero no necesariamente emprendedora. Puede ser un tanto ingenua al confiar.
Adora a los niños y con frecuencia encuentra más fácil comunicarse con ellos que con los adultos. Le puede gustar estar sola y a menudo lo está; extrovertida pero de una forma muy sosegada, muy hogareña; en general contenta con la vida y capaz de sacar partido incluso de las peores situaciones.
LAS RELACIONES Y EL ALMA PROFETA
La familia es lo más importante para el alma profeta, que necesita una pareja a quien también le guste la vida familiar y que participe activamente en el cuidado de los hijos, que sea quizás un poco más sociable y extrovertida que ella, pero no excesivamente.
PELIGROS: Sentirse atraída por lo que podríamos denominar almas problemáticas. Por ejemplo: un alma retrospectiva se sentiría atraída por la profeta, pero esto produciría una mezcla peligrosa para ambas, porque la profeta daría y daría hasta su propio perjuicio, y la retrospectiva, sin pretenderlo, tomaría, también en detrimento propio.
LA CANCIÓN DEL ALMA PROFETA
El alma profeta, un signo de aire, se corresponde con el narciso Tazetta y, como dice la canción, éstas son «flores que no puedes ocultar».
Que existan almas tan maravillosas en nuestro cúmulo de almas colma de alegría mi corazón. Cuando las contemplo, estos manojos de flores de un amarillo pálido que se hace más intenso en el centro y de increíble fragancia, transmiten confianza y honestidad. Y muestran al alma profeta como realmente es: increíblemente centrada y un punto fantasiosa.