
VASIJAS NAQADA II Vasijas de arcilla con decoración pintada, típicas de la cultura Naqada II. Motivos en espiral a imitación de los cantos rodados rojos, y representación de embarcación de remo.
UNA REFINADA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA
Las producciones típicas del Predinástico fueron, junto con grandes recipientes de terracota de uso cotidiano, las vasijas rojas «de boca negra», cuya refinada bicromía se obtenía mediante una segunda cocción del recipiente invertido y con la boca sobre las brasas.

FICHA DE ABIDOS Ficha de juego de marfil, que representa un silo fortificado: en caso de ataque enemigo, era retirada la escalera (Abidos, 3100-3000D a, C).
Del periodo Naqada I son características las vasijas de superficie roja brillante y una decoración geométrica o figurativa pintada en blanco; los temas iconográficos estaban inspirados generalmente en el ambiente del Nilo y las actividades relacionadas con el pastoreo, mientras que las formas iban del cuenco sencillo al ovoide sobre pedestal, de la botella a las vasijas gemelas. Al periodo Naqada II pertenecen vasijas de arcilla rosada, con decoración pintada en ocre con matices violáceos, que reproduce desde motivos en espiral, ondulados o vegetales, a embarcaciones estilizadas e imágenes de animales.
La producción en piedra del Predinástico ofrece, aparte de pequeñas vasijas de calcita, diorita o guijo, que se caracterizan por la elegancia de las formas y la maestría de la ejecución, elaborados utensilios de sílice, cuchillos ceremoniales con empuñadura de marfil esculpida, cabezas de maza en forma de disco (Naqada I) y piriformes (Naqada II), y paletas (destinadas a fragmentar la malaquita utilizada en cosmética) de forma romboidal o zoomorfas, hasta llegar al esplendor de las votivas consagradas por los reyes.

ÁNFORA NAQADA II Ánfora de caliza jaspeada
En cuanto a la pintura, es digna de mención la tumba pintada de Hieracómpolis (n. 100), cuyas escenas, de distinto género, están dispuestas en registros, e ilustran a miembros de la sociedad tinita, sacerdotes, guerreros y al rey blandiendo la maza para abatir a los enemigos arrodillados en el suelo, símbolo de la autoridad faraónica que perduraría durante milenios.

LINO PINTADO Detalle de un lienzo de lino trabajado en telar y pintado, de Gebelein, que representa embarcaciones con timoneles y remeros. La peculiaridad de la pieza reside en ser la tela pintada más antigua que conocemos (Naqada II).
Presenta estilo análogo un lienzo de lino pintado del periodo Naqada II, hallado en Gebelein (a unos 30 kilómetros al sur de Tebas) y guardado en Turín, cuya peculiaridad reside en el hecho de ser la tela pintada más antigua que conocemos.

VALIOSO CUCHILLO en forma de cimitarra, constituido por una hoja de pedernal y una empuñadura de marfil decorada en relieve con dos serpientes entrelazadas, un motivo de inspiración mesopotámica (Predinástico tardío).
Aparte de las esculturas estilizadas del Predinástico que representan figuras humanas y animales, cabe destacar algunas estatuas reales del periodo Tinita: una estatuilla de marfil finamente tallada de un rey desconocido, procedente de Abidos y conservada en el British Museum, y la de esquisto del rey Jasejemuy, hallada en el templo de Hieracómpolis y actualmente en El Cairo, ambas representadas con la corona blanca del Alto Egipto.

ESTATUILLA DE RANA Símbolo de regeneración por excelencia, la rana reproducida en esta estatuilla de marfil de 2,7 centímetros de altura es una obra de arte en miniatura (h. 3100 a. C.).