
Manto de oración.
Asamblea y enseñanza
El templo judío sirve tanto para congregarse como para instruir a los creyentes. El concepto de sinagoga procede del griego y significa «comunidad que se reúne”. Las primeras sinagogas surgieron después de la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos. Por regla general, una sinagoga está orientada hacia Jerusalén. Para Europa, ello significa que tienen que edificarse en dirección oeste-este. La evolución arquitectónica en la construcción de sinagogas se ha visto influida por las formas constructivas de cada época, con la consecuencia de que no existe un único estilo típico de edificación. Sólo el interior revela los mismos objetos destinados al culto: el cofre de la Torá, el púlpito y el candelabro januquiá, de la festividad de Janucá. La Sinagoga Mayor de Barcelona es la más antigua de España.
Los oficios religiosos en la sinagoga
Los oficios religiosos se celebran tres veces al día: por la mañana, al mediodía y en la tarde. En el caso de los ortodoxos, han de encontrarse presentes en la sinagoga al menos diez varones facultados religiosamente (o, en su ausencia, mujeres) para llevarlo a cabo. Se adquiere responsabilidad religiosa a partir de los 13 años (tras el Bar Mitzvá). En los servicios religiosos judíos no existen sacerdotes, ya que en su concepción religiosa no se requiere un mediador entre Dios y el ser humano. La veneración a Dios se manifiesta cubriéndose la cabeza, con la kipá o yarmulca.
Los servicios religiosos se desarrollan siguiendo el Siddur, el libro de oraciones que reúne fragmentos de la Torá, salmos y sentencias. Un recitador o el director del coro e integrantes de la comunidad se alternan a la hora de leer en voz alta. Hay pocas partes de los servicios religiosos que se pronuncien de pie. La ceremonia concluye con una oración por el futuro.

Objetos sagrados.
El manto de oración y las filacterias
El manto de oración (tallit) y las filacterias (tefillin) desempeñan un papel importante en la vida religiosa judía. El manto se lleva para recordar que se han de seguir los mandamientos divinos. El tallit está adornado con 32 flecos, que simbolizan los preceptos y prohibiciones de la Torá. Sólo los hombres llevan el manto durante el día, en todos los oficios matutinos y también en sabbat y en días festivos. Las mujeres, según el Talmud, están eximidas de llevar el tallit, porque durante el día han de ocuparse del cuidado de la familia y para orar no tienen la obligación de asistir a los oficios religiosos. El tallit tiene que ser lo suficientemente grande como para cubrir la mayor parte del torso. Los judíos muy devotos se cubren la cabeza con el tallit antes de pronunciar sus rezos para conseguir un mayor recogimiento.
Se concede gran importancia también a las filacterias. Se trata de dos cajitas de cuero con fragmentos de pergamino en los que hay escritos pasajes de la Torá. Cuatro fragmentos de la Torá de la filacteria que se lleva en el brazo están escritos en un solo fragmento de pergamino. Los textos de la Torá de la filacteria sujeta a la cabeza están escritos cada uno en un pedazo de pergamino.
Cada uno de los textos tiene que estar escrito a mano. Tanto el pergamino como las filacterias proceden de animales kosher. Las filacterias van sujetas por unas cintas de piel. «Los diestros tienen que envolver en tomo al brazo izquierdo la correa de la filacteria dándole siete vueltas y los zurdos lo hacen en tomo al brazo derecho, ya que el versículo de los Salmos (145,16) consta en hebreo de siete palabras. El extremo de la cinta se envuelve tres veces en torno a la mano y a continuación se le dan tres vueltas a los dedos anular y al medio, porque ello evoca la forma de la palabra hebrea Shadai, que significa «Dios». Las mujeres están eximidas de llevar filacterias. Éstas se usan en los rezos matutinos, no así en el sabbat o festividades.