POR. CHRISTIAN GRATALOUP (DERECHA) Y GILLES FUMEY (IZQUIERDA)
ESTUDIANDO LAS SOCIEDADES MEDIANTE SU RELACIÓN CON LA TIERRA Y LOS ANIMALES O INTERROGÁNDOSE SOBRE SUS ESTRUCTURAS FAMILIARES, PHILIPPE DESCOLA Y EMMANUEL TODD PRESENTAN LECTURAS ANTROPOLÓGICAS CONTEMPORÁNEAS PARTICULARMENTE GLOBALES DEL CONJUNTO DE LAS SOCIEDADES.
Los temas de actualidad que nos interesan, la violencia, la política, la naturaleza, la educación, la sanidad, etc., son asuntos universales.
Tratándolos a escala mundial, podemos llegar a comprender situaciones tan complicadas como las formaciones políticas, los sistemas familiares, el medioambiente, la alimentación y tantos otros.
Este acercamiento dirigido a ofrecer tablas de lectura globales del mundo es el que nos proponen los antropólogos. Y en el corazón de la reflexión antropológica se encuentran el estudio de las visiones del mundo y el de las estructuras de parentesco, que estudian Philippe Descola y Emmanuel Todd. En su gran obra Más allá de naturaleza y cultura (2005), Philippe Descola parte de una crítica en profundidad de la oposición entre naturaleza y cultura, clásica en la cultura occidental, para establecer una tipología de las sociedades según su relación con los no humanos (tierra, animales, plantas…). ¿De qué manera? Mediante el estudio de la forma en que las sociedades van a diferenciar lo humano y lo no humano, fundiéndose en una doble oposición: entre psiquismo y características físicas (interioridad/fisicalidad); y entre asimilación en una misma esencia o, por el contrario, diferenciación (diferencia/similitud). Esto le lleva a formular cuatro ontologías, en otras palabras, cuatro maneras en que las sociedades distribuyen las propiedades entre los «existentes» (objetos, plantas, animales, personas): animismo, totemismo, analogismo y naturalismo. Estos cuatro sistemas de relaciones dan lugar a cosmologías que son muy diferentes de una región a otra del mundo.

CLASIFICACIÓN DE LOS PUEBLOS SEGÚN SU ONTOLOGÍA.
Por su parte, el demógrafo y antropólogo Emanuel Todd ha constituido una ambiciosa síntesis pormenorizando los sistemas familiares a escala mundial, trabajo en el que desempeña un importante papel la cartografía.
Desde principios de los años 1980, Todd ha realizado síntesis rápidas mostrando que los sistemas familiares pueden explicar en parte la geografía de las ideologías y de los regímenes políticos (La Troisiéme Planéte, 1983) y la de las desigualdades del desarrollo económico (L’Enfance du monde, 1984). Enriquece las clasificaciones familiares efectuadas por Frédéric Le Play (1806-1882), precursor de la sociología francesa, y muestra las inquietantes coincidencias entre el mapa de las estructuras de parentesco y el de la organización política más global de las sociedades.
Este planisferio se nos muestra incluso hoy en día como un punto de partida audaz para escaparse del homo aeconomicus y mostrar el grado en el que tanto los sistemas sociales como los familiares, los poderes políticos, jurídicos o culturales pueden ponerse en relación a escala mundial. Por medio de los mapas, Todd propone una geodinámica de los poderes autoritarios, de las democracias o del capitalismo muy clarificadora para la geopolítica del mundo actual.
Él fue el primero en prever la caída del comunismo (La Chutefinale, 1976) o en mostrar por qué los Estados Unidos se han mostrado mayormente… ineficaces (Aprés l’Empire, 2002).
Philippe Descola no practica la misma cartografía sistemática pero se apoya en estudios de casos particulares para desarrollar ejemplos de cada una de las ontologías definidas por él. Tomemos el naturalismo, crisol de todo el discurso científico occidental.
El naturalismo afirma que lo real se rige por la necesidad: nada ocurre sin una causa. Esta visión del mundo se ha convertido para nosotros en algo «natural», ya concibamos la causalidad como resultado de un principio trascendente o no. Sin embargo, para Descola no es así, esta visión del mundo no sería más que una de las cuatro ontologías de su clasificación.
El trabajo de Descola no tiene pretensión geográfica, pero la localización de los ejemplos estudiados nos ha permitido esbozar una estructura espacial a escala global. Esta interpretación es, naturalmente, una demostración de fuerza, una generalización excesiva, una simple tabla de lectura.
Los casos analizados por Descola tratan principalmente de los «pueblos de los etnólogos». Pero no duda en incluir a Platón o Aristóteles, a las antiguas China y Japón, a la India de los brahmanes.

SISTEMAS PRINCIPALES FAMILIARES ENDOGÁMICOS.
Cuando se tiene un mayor conocimiento de la profundidad histórica, se pueden hacer matices: así, la Europa convertida en naturalista durante el Renacimiento queda englobada en un viejo fondo analogista.
Esta geografía dibuja aureolas ensambladas, lo que no deja de recordarnos un modelo difusionista: las formas sociales más antiguas ocuparían la periferia y las más recientes, el centro. Quedaría por probar que una ontología es más antigua que otra… Sin embargo, no estamos lejos del «principio de conservación en zona periférica» que Emmanuel Todd utiliza en su obra sobre El origen de los sistemas familiares.
Partiendo de su cartografía de los años 1980, Emmanuel Todd llega muy lejos en el detalle del análisis de las familias que ya no son únicamente endógamas o exógamas, asimétricas, igualitarias, o al menos no como lo planteaba Fréderic Le Play. Introduce indicadores como los sistemas de filiación que implican tipos de alianzas, transmisiones, herencias, propiedades, etc.
Nuestro mapa (al margen, parte inferior) está muy lejos del que podríamos trazar de sus últimos trabajos, pero pone en evidencia que un estudio detallado de la geografía de un fenómeno puede ofrecer explicaciones inéditas sobre la historia del mundo. De esta manera, el principio patrilinial, según el cual la transmisión de la propiedad, del apellido, etc., se realizaría por vía hereditaria masculina, cuyo origen se remonta a Sumer (actual Irak) hace 5 000 años, constituiría la matriz de los imperios nacidos de las conquistas militares prácticamente en toda Eurasia, especialmente en China, India, Rusia y el mundo árabe.