ARTE
UN ESTILO INSPIRADO EN EL PASADO

JOYA CEREMONIAL Pendiente de oro y piedras semipreciosas con función ceremonial, procedente del tesoro de la tumba del faraón Tutankamón.
El Imperio Tardío se caracterizó por el incremento de las esculturas votivas destinadas a los templos, en detrimento de las estatuas funerarias de particulares, relativamente escasas. Las obras, realizadas generalmente en piedras muy duras (basalto, esquisto, cuarcita, diorita), muestran un estilo arcaico. La tendencia de la época saíta, cuya cultura y gustos se inspiraban en el glorioso pasado del país, se manifestó en el arte escultórico en un retorno a opciones estilísticas e iconográficas arcaicas (o, mejor dicho, «tradicionales»), renovadas y reinterpretadas con la madurez técnica y los procedimientos propios del periodo. Las figuras, por sus tipologías y sus formas, recuerdan actitudes y posturas propias de algunas obras de los reyes de la época de las pirámides, así como de los Imperios Medio y Nuevo. Lo compacto de la estructura deriva de la fuerte cohesión de los volúmenes de las diferentes partes del cuerpo, y queda realzada por los efectos luminosos creados por la superficie cuidadosamente pulida. De ese periodo datan también espléndidos relieves murales de templos y tumbas, elaborados sarcófagos historiados y estelas funerarias policromadas de madera, y objetos de bronce —de larga tradición en Egipto—, que incluyen, además de obras de enorme refinamiento, una infinidad de estatuillas de divinidades y animales sagrados.