ANIMALES EN LA HISTORIA – EL GORILA, SENSACIÓN EN LA ERA DE DARWIN.

POR. ERIC GARCÍA MORAL

HISTORIADOR

En 1861, un explorador norteamericano de origen francés, Paul du Chaillu, dio a conocer al mundo los gorilas que había descubierto en sus expediciones por el continente africano

La publicación, en 1859, de El origen de las especies de Charles Darwin redobló el interés de los científicos y del público en general por los simios como posibles antecesores del hombre en la cadena evolutiva de la Naturaleza.

 El avance en la exploración de África proporcionó nuevas informaciones al respecto, e incluso permitió descubrir especies que parecían certificar la teoría darwiniana. Una de ellas era el gorila, del cual hoy sabemos que es uno de nuestros parientes más próximos.

En 1847, un misionero norteamericano llamado Savage ofreció la primera descripción del animal a partir de un esqueleto descubierto en el actual Gabón.

El hallazgo fue la base de los artículos científicos que definieron esta nueva especie de primates a la que se llamó gorilas, un término que usó un explorador de la Antigüedad, Hannón el Navegante, para referirse a gente «salvaje y peluda» que había visto en la costa de África.

En 1861 se publicó el libro Exploraciones y aventuras en África ecuatorial, escrito por un desconocido explorador norteamericano de ascendencia francesa llamado Paul B. du Chaillu, quien relató sus aventuras por el interior gabonés y declaró haber descubierto ochenta nuevas especies de animales.

Paul du Chaillu

La dramática descripción de su encuentro con su primer gorila y de cómo cazó algunos ejemplares cautivó a los lectores. Su creciente popularidad lo llevó a realizar eventos en los que declamaba sobre sus peripecias africanas junto a ejemplares de gorilas disecados. Es fácil entender su éxito inmediato. Du Chaillu dio a la audiencia occidental lo que tanto ansiaba de África: intriga, drama y exotismo.

¿Científico o charlatán?

 Du Chaillu no declaró que hubiera descubierto al primate, pero afirmó que había sido el primer blanco en cazar uno y también el primero que estudió este animal en su medio salvaje. Sus ínfulas científicas, así como sus exageradas descripciones de los gorilas (tanto físicas como de hábitos y carácter), pronto fueron objeto de una intensa campaña de descrédito por parte de la comunidad científica.

Su obra contenía multitud de ambigüedades e inconsistencias, pero por encima de todas ellas se combatió su relato sobre los gorilas. Se dudó de que fuera él mismo quien cazara a los animales y lo acusaron de haber copiado descripciones anteriores de misioneros que basaron sus relatos en el folclore local yen relatos de caza africanos. De hecho, Du Chaillu había estudiado en una escuela misionera de Gabón en la que fue acogido por John Wilson, quien había entregado años antes el primer esqueleto de gorila a Savage. Otro agravante fue la propagación de un rumor sobre sus orígenes: era hijo bastardo de un comerciante francés y una mujer negra o mulata de la isla de Reunión, en la costa africana del océano Índico.

 Así, el componente racial acentuó la inquina del mundo científico hacia el explorador. Aunque los científicos continuaron acusándolo de embellecer su relato, Du Chaillu siguió gozando del favor popular al tiempo que el imaginario colectivo lo asociaba de forma indeleble al descubrimiento del gorila. En sus Exploraciones escribió que el gorila era «mitad hombre, mitad bestia», en un momento en el que las teorías evolucionistas asombraban al mundo.

Conferencia de Du Chaillu 1869 en Boston.

 En 1861, los cráneos de gorila que él había aportado fueron una de las piezas clave durante los encendidos debates victorianos sobre la evolución humana. Dos años más tarde, el explorador al que los científicos habían denigrado tildándolo de mero cazador de gorilas emprendió su segunda expedición.

 De ella surgió el libro Un viaje a la tierra de Ashango, en el que hablaba del descubrimiento de unos humanos de talla diminuta: los pigmeos. Una pregunta sobrevoló el ambiente: ¿Acababa de hallar Du Chaillu el eslabón perdido?

En realidad, es posible que Du Chaillu ni siquiera cazara él mismo los gorilas que luego presentó a Occidente. Falseó y exageró su relato convirtiendo al gorila en una criatura infernal, feroz y brutal.

 Su descripción del carácter hostil del primate no concordó con los estudios posteriores. A pesar de eso, primatólogos y exploradores siguieron citando a Du Chaillu para revisar su relato, corregirlo o desmentirlo. Comoquiera que fuese, el apellido Du Chaillu quedó asociado para siempre a lo que él definió como «el rey del bosque africano».

SABER MÁS

DU CHAILLU SE TOPA CON EL GORILA

Du Chaillu1861 comparación entre cráneos.

DU CHAILLU describió así su primer encuentro con un gorila: «Fue un espectáculo que creo que nunca olvidaré. Medía cerca de seis pies de altura (1,80 m), con un cuerpo inmenso, un gran torso, y grandes brazos musculados, con ojos grises y profundos de mirada feroz, y una infernal expresión en la cara […].

 No nos temía. Se quedó allí y se golpeó el pecho con sus puños gigantes […], lo cual era su modo de desafiarnos mientras profería un rugido tras otro».

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