Por Joan Canela. Periodista
1 LA PEOR SEQUÍA DESDE HACE SIGLOS.
Con contadas excepciones, la actual sequía que afecta la península Ibérica no preocupa mucho los medios, más allá de la información puntual sobre el estado de los pantanos. Utilizando registros como el ritmo de crecimiento de los árboles, los expertos concluyen, pero, que vivimos la peor sequía en siglos, puesto que en la carencia de precipitaciones hay que sumar una evaporación más rápida causada por el aumento de temperaturas.
2. SE HUNDE LA PRODUCCIÓN DE UVA DEL PENEDÈS
¿Cuánto espacio se ha dedicado a la marcha de empresas como Codorniu o Freixenet de Cataluña por el proceso? Mientras tanto, una amenaza mucho más seria y compleja afecta el vino del Penedès: la producción de las viñas ha caído entre un 30% y un 40% por la sequía y otras consecuencias del cambio climático.
3. DESCONTROL DE LA POLINIZACIÓN.
El aumento de temperaturas tiene consecuencias para la flora y en concreto para la producción agrícola. La acortada del invierno y el adelanto de la primavera provocan cambios en la floración de las plantas. Las afectaciones en hongos y bacterias están modificando las fragancias de las flores, dificultando la tarea de abejas y otros agentes polinizadores.
4. OLAS DE CALOR Y DOLENCIAS TROPICAL.
Los aumentos de mortalidad en verano relacionados con las olas de calor han quedado sin cobertura mediática. Los científicos alertan que se acerca el día en que dolencias tropicales como la malaria o el dengue sean habituales en casa nuestra: A causa del calentamiento global, los insectos que las transmiten encuentran un hábitat adecuado en el hemisferio norte, especialmente en zonas como las costas mediterráneas.
5. LA DESTRUCCIÓN DEL MEDITERRÁNEO.
La temperatura de las aguas costeras de nuestro mar ya ha aumentado un grado, una cifra significativa para un sistema cerrado y con mucha inercia. A esto hay que añadir la modificación del pHc del agua, un riesgo enorme para los ecosistemas marinos como la posidonia o los corales. Todo ello podría traducir en una caída de un 20% de la pesca.
6. HURACANES CADA VEZ PEORES
El otoño de 2017, dos huracanes de dimensiones inéditas arrasaron buena parte de las islas del Caribe y el sur de los EE. UU… A pesar de lo amplía cobertura informativa que reciben estos desastres naturales y de la evidencia científica incuestionable que los relaciona con el cambio climático, el enfoque de la mayoría de medios evita las causas y continúa limitándose a describir las consecuencias.
7. REFUGIADOS CLIMÁTICOS INVISIBILIZADOS.
Según las Naciones Unidas, de aquí en el año 2O50 unos 250 millones de personas en todo el mundo se podrían convertir en refugiadas climáticas, puesto que no podrán vivir a sus lugares de origen a causa de las inundaciones, la desertificación o la subida del nivel del mar. El fenómeno, pero, es muy complejo y normalmente no viene sol. Conflictos armados como los del Sudán —o, según algunos analistas, también el de Siria—, que han generado millones de refugiados, tendrían parte del origen en el cambio climático. Más allá de los envoltorios étnicos, religiosos o ideológicos, entran en juego luchas por los cada vez más escasos recursos naturales, sobre todo el agua dulce y la tierra fértil.
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El 13 de noviembre, más de 15.000 científicos de todo el mundo lanzaban una alerta para salvar el planeta de los efectos del cambio climático y otros desastres medioambientales. De los diarios en papel, solo El País recogía la noticia en portada no la destacaba. Hay elementos que hacen pensar que esta cuestión tendría que encontrarse en el centro de la agenda mediática política—, pero es evidente que no está.
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