LA EVOLUCIÓN HA DOTADO AL CUERPO HUMANO de dos mecanismos básicos de disipación del calor: la vasodilatación, que conduce el calor a la piel para eliminarlo, y la sudoración, que enfría la piel por evaporación. Si ambos mecanismos fallan, morimos. No parece muy complicado, pero en realidad se trata de un complejo colapso en cascada.
EL AIRE ACONDICIONADO doméstico siempre se ha considerado un lujo. Pero en muchos lugares se está convirtiendo en un imperativo de salud pública, imprescindible para prevenir muertes relacionadas con el calor. La buena noticia, apunta un estudio del Laboratorio de Impacto Climático un consorcio de climatólogos, es que, según las previsiones, en 2099 el desarrollo económico habrá generalizado el uso del aire acondicionado y el acceso a la asistencia sanitaria, salvando así millones de vidas al año.

La Agencia Internacional de la Energía prevé que el número de aparatos domésticos de aire acondicionado se dispare de los 1.600 millones actuales hasta los 5.600 millones a mediados de este siglo.