Un viaje a las profundidades del cerebro para aprender a gestionar los cambios y las incertidumbres.

Hacemos política, filosofamos, logramos descubrimientos científicos y analizamos la sociedad porque tenemos un cerebro que presenta una serie de características muy especiales. Este cerebro se va construyendo y reconstruyendo a lo largo de la vida, alimentado por las experiencias y los aprendizajes, los pensamientos y las percepciones y, muy especialmente, por cómo lo vivimos, lo aprendemos y lo interiorizamos.
Su actividad, pero también condiciona como vemos el mundo y cómo nos relacionamos. Por lo tanto, si queremos entender algo mejor por qué somos como somos, por qué reaccionamos de una manera u otra ante las dificultades, por qué a veces nos enrocamos y optamos por resistir mientras que otros preferimos continuar avanzando y persistir, y por qué construimos sociedades como las que edificamos, con todas sus virtudes y contradicciones, debemos entender cómo es, cómo se construye y cómo funciona el cerebro.
Debemos conocer cómo se genera nuestra vida mental. Entenderlo es el primer paso para poder modelarla de una manera un poco más intencionada.