
Un equipo de científicos de la Universidad de Almería y del University College de Londres ha ideado una técnica que permite identificar y extraer los restos de perfume presentes en un tejido a partir de otro con el que ha estado en contacto. De ese modo, es posible averiguar, por ejemplo, qué fragancia o producto de higiene personal llevaba un delincuente cuando agredió a su víctima, incluso si las ropas de ambos apenas se rozaron durante unos pocos segundos.
La primera parte del proceso consiste en extraer de la muestra que se va a analizar las sustancias volátiles, es decir, aquellas que a temperatura ambiente se evaporan y originan el olor. Después, se separan para evitar que interfieran entre sí. Por último, se analiza la estructura química de cada compuesto, lo que permite reconocerlo y determinar su proporción.
ESTA SÍ, ESTA NO… Para poder cotejar los resultados, los investigadores utilizan un programa informático estadístico y una exhaustiva base de datos, con las sustancias químicas que se utilizan en la elaboración de perfumes. Además, deben tener en cuenta el tiempo que el agresor ha llevado puesta la prenda y el tipo de tejido, pues su composición es clave para averiguar si una sustancia aromática se impregna más o menos en él. Así, las fibras naturales presentan una mayor absorción, mientras que esta es menor en las sintéticas.