
La mayor parte de un océano tiene una producción equivalente a la de los desiertos en tierra, y la producción primaria oceánica (100 g de carbono por m2 y año) es el conjunto de un tercio de la terrestre.
Esto explica que la producción pesquera tenga un claro límite, superado ya en muchas áreas. Desde hace dos décadas, la pesca mundial extrae anualmente del mar un máximo, que se considera difícilmente superable, de 70 millones de toneladas de pescado; muchos caladeros están prácticamente agotados y, así, muchas especies de peces abundantes desde hace poco como el bacalao en el Atlántico norte, escasean en la actualidad.
Si la explotación de los recursos pesqueros del mar amenaza crisis, la de los recursos mineros parece intensificarse cada día más, debido al uso de ingenios capaces de ex-traer petróleo de las áreas más profundas de la plataforma continental, de cribar nódulos de manganeso en la llanura abisal del Pacífico o de obtener metano de los sedimentos del talud. Por otra parte, se están empezando a insta-lar generadores eólicos de electricidad en muchas áreas de la plataforma continental europea. Con toda seguridad, la especie humana encontrará en el mar nuevos recursos para su futura explotación.