
Se trata del oscuro destino de la llamada Montaña Nevada del Dragón de Jade, según ha descrito la Cumbre del Clima de Polonia celebrada recientemente. El cambio climático es, sin duda, el acelerador del deshielo de los glaciares en todo el mundo y el causante de que el mundo, tal y como lo conocemos, cambie de forma irremediable. Las impresiones de los lugareños de Baisha actualmente coinciden con las averiguaciones del Observatorio de Investigación Glaciar y Medio Ambiental localizado en Lijiang, que volvió a reiterar recientemente el acelerado retroceso de glaciares como el de Baishu N.9.1, sito en la Montaña del Dragón de Jade (también conocida como Yulong). Según los datos ofrecidos por estudios recientes, este especial lugar ha perdido el 60 por ciento de su masa y ha retrocedido hasta 250 m desde el año 1982, y lo peor es que se halla inmerso en un proceso cada vez más rápido.
Y es que las cifras no engañan, desde 1957 se ha derretido una cuarta parte del hielo y cuatro de los 19 glaciares que se acumulaban en la cordillera del Yulong, y antes podían abarcar cerca de 12 km2.
¿UN FENÓMENO AISLADO?
Desgraciadamente este no es un hecho aislado, o un fenómeno exclusivo de Yulong. El mes de noviembre de 2018, Greenpeace expuso su preocupación y puso el acento en la alarma sobre el incierto futuro que enfrenta lo que se denomina el Tercer Polo. Esto es, la mayor aglomeración de hielo del planeta considerada al margen de los casquetes polares, y situada en las estribaciones asiáticas que rodean la meseta tibetana. Además, esta misma ONG desarrolló un informe titulado «Los glaciares de China y el impacto del cambio climático», en el cual estimó que ya ha desaparecido una quinta parte de las masas heladas en esta nación asiática, lo que agravará la carestía tradicional de agua potable que sufre China.
Se apuntaba también que la fusión de los glaciares chinos alcanzará su clímax entre los años 2040 y 2070, lo que pondrá remediablemente en peligro el suministro de agua de cerca de 1.800 millones de personas en Asia. La subida de las temperaturas que han registrado medias anuales de 3 o más grados por encima de lo normal desde principios de los 50 son otra fuente de problemas para los glaciales locales. Una causa más que sumar. Otro problema que necesita soluciones drásticas en China pasa por los estragos de su contaminación, ya que es el país que genera más dióxido de carbono del mundo, aunque ha prometido frenar el incremento de sus emisiones en torno al año 2030. Por último, el desgaste turístico descontrolado de la zona es, sin duda, un hecho que también influye en este desastre natural que en unos años puede acabar por completo con la Naturaleza, belleza y misterio de esta zona del Himalaya.