Existen en radiestesia dos reglas de oro explicitadas por Louis y Christophe Chouteau: la orientación y la convención mentales. Se trata de afirmaciones que conviene pronunciar mentalmente antes de trabajar.
La orientación mental:
Tal como expresa Louis Chouteau es la siguiente:
«Quiero volverme sensible únicamente a las radiaciones del tema o la cosa a examinar, excluyendo cualquier otra radiación».
La convención mental:
Tal como expresa Louis Chouteau, es la siguiente:
«Si comienzo con el péndulo inmóvil, convengo que distinguiré que capto tal radiación cuando el péndulo pase de la inmovilidad a cualquier movimiento sin preferencia, ya sea giro u oscilación».