2.10- El Valor artístico de la Ornamentación.

Y todo ello, sin descontar el complemento artístico, desde los que iluminaban las cartas-portulanos, con rosas de vientos, a los miniaturistas que rellenaban las cartas planas con banderas, animales, castillos, reyes, representaciones arbóreas y escenas exóticas; sin olvidar a los creadores de los ángeles de los vientos y de los monstruos del mar, tanto como de los detallistas de naves a velamen desplegado, que tanto han significado para la arqueología náutica.

 Y no debemos dejar de hacer mención de los grandes artistas, grabadores de alta calidad, que en los siglos XVII y XVIII dibujaron orlas con tanto valor ornamental, a partir de aquellos modelos del siglo XVI de Amberes, como los que decoran la obra de Pedro de Apiano, o de Milán, como lo vemos en la decoración del mapa universal de Jerónimo de Girava, el tarragonés, donde cada punto cardinal tiene la figura de un personaje, y donde los mismos cielos, del hemisferio norte y del hemisferio sur, aparecen con sus constelaciones animalistas. Las escuelas de decoradores y sus distintas técnicas, que han ocupado a especialistas actuales, constituyen también una parte de la historia del arte.

 Algo de esto es lo que hemos intentado recoger aquí, con el ejemplo extraordinario de la Portugalía Cartográfica en una representación antológica del esfuerzo humano continuo, que parte del gran impulso iniciado por portugueses y españoles, desde la ilusión de Enrique el Navegante, a la esperanza con que Isabel y Fernando vieron la partida de Cristóbal Colón, en Santa Fe de la Vega, de Granada, camino de Palos, en aquel año decisivo de 1492, en el que el mundo se abrió, por fin, enteramente a los hombres. Y aquí está, igualmente, lector, ante tus ojos, una muestra escalonada —sólo una muestra— de lo que se hizo. En el desarrollo de este trabajo pusimos también una gran ilusión, con un difícil esfuerzo de selección, tras la búsqueda del material necesario. En ello nos ayudó, justo es consignarlo, nuestra discípula Marta González, como queremos que nos ayude también la comprensión de todos, por lo difícil que resulta llegar a reducir a tan estrechos límites el inmenso caudal cartográfico que existe en los archivos y mapotecas. Pero la fecha conmemorativa del  92 bien merecía la entrega de este libro gráfico que, con sus mapas, no habla con palabras, sino a voces.

Demetrio Ramos, de la Real Academia de la Historia

Hay que consignar pues bien lo merecen— la atención y ayuda que nos dispensaron Dña. Rosario Parra, directora del Archivo General de indias; Dña. M.ª Asunción de la Plaza, directora del Archivo de Simancas; el Director del Museo Naval, capitán de Navío, D. Ricardo Cerezo y el de la Biblioteca Nacional, Dr. Juan Pablo Fusi, así como los miembros del Centro de Investigación Científica de Lisboa y los especialistas de la Universidad de Coimbra, que dirige el Dr. Luis de A Alburquerque, con el Dr. Pinheiro Marques.

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